TEGUCIGALPA, 22 (ANSA) - Honduras llega a las elecciones del próximo domingo bajo el régimen de facto de Roberto Micheletti, desafiando la advertencia internacional de no reconocerlas sin el previo restablecimiento del orden constitucional, roto en junio por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.
El gobierno de facto, opuesto férreamente a la restitución de Zelaya, considera que los comicios son la única salida a la crisis política, pero el gobernante constitucional derrocado el 28 de junio denunció que Micheletti pretende "blanquear" el golpe de Estado.
"Durante las últimas horas hemos estado señalando que el proceso electoral que se celebrará el 29 de noviembre es ilegítimo e ilegal, y por tanto lo desconocemos e impugnaremos, señalando que frente a esta imposición y fraude electoral será necesario repetir o reprogramar las elecciones", dijo Zelaya en un comunicado que emitió en la embajada de Brasil, donde está refugiado desde el 21 de septiembre.
En la contienda electoral participarán los cinco partidos políticos inscritos en el país.
El Partido Liberal, el Partido Nacional, el Partido Innovación y Unidad (PINU), el Partido Democracia Cristiana y el izquierdista Partido Unificación Democrática (UD), compiten para elegir al nuevo presidente de Honduras, a 128 diputados al Congreso Nacional y a los alcaldes municipales.
Las encuestas las encabezan los partidos de derecha Liberal y Nacional. DFB
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