En un discurso que se difundió por cadena nacional, señaló que las fuerzas opositoras pueden malinterpretar la medida como "un signo de debilidad", pero aclaró que es todo lo contrario. "El retiro representa la fortaleza y la confianza total en la institucionalidad de nuestro país", manifestó.
"El Gobierno operará de manera normal", remarcó el mandatario provisional, aunque adelantó que si ocurriese un trastorno que altere el orden reasumirá sus funciones para restablecer el equilibrio. Aún no está claro quién se hará cargo del Poder Ejecutivo durante su ausencia, aunque la Constitución señala que debe ser el ministro del Interior.
Rechazo
También Micheletti le pidió al presidente derrocado, Manuel Zelaya, que se mantenga en el más absoluto silencio en los días previos a las elecciones, tal como indica la ley electoral. Previamente, el mandatario había subrayado en un comunicado que los comicios deben suspenderse. "Bajo estas condiciones, no respaldaré el proceso electoral y lo impugnaré legalmente", había afirmado.
Según el jefe de Estado -quien se encuentra alojado en la embajada de Brasil en Honduras- las elecciones son una "maniobra antidemocrática" para encubrir el golpe militar que lo apartó del poder el pasado 28 de junio, cuando fue expulsado hacia Costa Rica. "El presidente que surja será débil, sometido a las élites que podrán derrocarlo cuando les estorbe", advirtió.
En tanto, el Gobierno brasileño anunció que no reconocerá el resultado de las elecciones generales si el proceso no es comandado por Zelaya, según lo que afirmó hoy el asesor de Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García. (DPA-AFP-NA)
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