WASHINGTON (Reuters) - Estados Unidos informó el martes que dejará de emitir temporalmente gran parte de las visas en su embajada en Honduras, medida con la que buscaría ejercer presión para la salida del Gobierno de facto que asumió tras el golpe del 28 de junio en el país centroamericano.
El Departamento de Estado, que ha condenado repetidamente el golpe de Estado que derrocó al presidente hondureño Manuel Zelaya, dijo que sólo proveerá servicios de visa a posibles inmigrantes y casos de emergencia en su embajada en Tegucigalpa.
El Gobierno de Barack Obama instó a las autoridades hondureñas a aceptar las propuestas hechas por el presidente costarricense Oscar Arias, cuyos esfuerzos para poner fin a la crisis han chocado con la negativa de las autoridades interinas de permitir la vuelta de Zelaya al poder.
El pacto de San José, promovido el mes pasado por el ganador del Premio Nobel de la Paz Oscar Arias, incluía que se permitiera a Zelaya regresar a sus funciones hasta las elecciones programadas para fines de noviembre.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos Ian Kelly dijo que la decisión sobre las visas tenía como propósito el reforzar a una delegación de la Organización de Estados Americanos que llegó el lunes a Honduras para intentar persuadir al Gobierno de facto para que acepte el plan de Arias.
"En respaldo a esa misión y como consecuencia de la renuencia del régimen de facto a firmar el acuerdo de San José, el Departamento de Estado estadounidense está llevando a cabo una revisión completa de nuestra política de visas en Honduras", declaró Kelly en un comunicado escrito.
"Como parte de esa revisión, estamos suspendiendo los servicios de visa que no sean emergencias, que no sean de inmigrantes en la sección consular de nuestra embajada en Honduras, con efectividad el 26 de agosto", añadió.
El portavoz concluyó afirmando que "creemos firmemente que una solución negociada es el camino apropiado a seguir y que el acuerdo de San José es la mejor solución".
Un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato dijo a periodistas que la decisión sobre las visas era "una señal de cuán seriamente estamos observando la situación" y dijo que Washington está evaluando otras medidas, aunque aún es muy pronto para revelarlas.
La OEA luego reconoció que la delegación que visita Honduras no tuvo éxito.
"La misión lamenta que no haya sido posible en esta ocasión el obtener respaldo al acuerdo de San José", dijo la OEA en un comunicado, reiterando su llamado a las autoridades hondureñas para que acepten la propuesta antes de que comience la campaña presidencial en el país la próxima semana.
RESISTENDIO A LA PRESION
El Gobierno de facto, que se ha resistido a la presión de los gobiernos del hemisferio occidental y organismos internos para reinstaurar a Zelaya, prometió el martes que se apegará a su plan de realizar una elección presidencial en noviembre, aún si otros países no reconocen el resultado.
"Van a haber elecciones, las reconozcan o no las reconozcan los países del mundo", dijo el líder de facto del país, Roberto Micheletti, a los cancilleres de la región que realizan una visita junto al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
La delegación incluye a los cancilleres de Argentina, Canadá, Costa Rica, Jamaica, México, Panamá y República Dominicana
Micheletti dijo que su país podría sobrevivir a cualquier sanción económica impuesta por su negativa a permitir el regreso de Zelaya.
"No tenemos miedo al embargo de nadie. Ya analizamos con toda puntualidad, con toda firmeza, que este país puede salir adelante sin el apoyo de ustedes y de otros países", retó Micheletti, reunido con la misión de la OEA en la casa presidencial.
La crisis en Honduras ha dividido a Washington. Anteriormente este mes, 16 congresistas demócratas escribieron a Obama instándolo a congelar los activos de los líderes golpistas.
Pero un grupo de senadores republicanos han buscado postergar las nominaciones al Departamento de Estado debido al respaldo del Gobierno a Zelaya, un aliado del presidente izquierdista de Venezuela, Hugo Chávez.
El grupo Human Rights Watch (HRW) instó el martes a la comunidad internacional, y a Estados Unidos en particular, para que aumente la presión sobre el Gobierno de facto luego de que se conoció un reporte que describe abusos generalizados contra los partidarios de Zelaya.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo el viernes que cuatro personas han muerto víctimas de disparos en las protestas que se han registrado desde el golpe de Estado del 28 de junio. También criticó las más de 3.500 detenciones arbitrarias que buscan silenciar las manifestaciones.
Estados Unidos, aliado de Honduras por largo tiempo y el principal socio comercial del país, ha suspendido cerca de 18 millones de dólares en ayuda militar y de desarrollo para el Gobierno de facto desde el golpe de Estado.
Sin embargo, el Gobierno de Obama se ha resistido a imponer medidas más extendidas, citando el negativo impacto que podrían tener sobre la debilitada economía del país.
"El Gobierno de Estados Unidos, en especial, podría jugar un papel clave a través del uso de sanciones cuidadosamente dirigidas", dijo el director de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco.
Vivanco dijo que el Gobierno de Obama debería considerar ahora el uso de sanciones hechas a la medida que apunten directamente contra ciertos funcionarios del Gobierno de facto sin dañar al resto de la población.
Estas podrían incluir cancelar sus visas de viaje y negarles acceso al sistema bancario de Estados Unidos. También podrían incluir sanciones contra firmas privadas asociadas a estos funcionarios
(Reporte adicional de Gustavo Palencia en Tegucigalpa; Editado en español por Ricardo Figueroa)
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