Condenamos todos los golpes de Estado y en Honduras hubo un golpe, insistió el diplomático libio en su primera conferencia de prensa como titular del máximo órgano de las Naciones Unidas.
Opinó que ningún gobierno puede ser depuesto por la fuerza, acto que calificó de inaceptable para la comunidad internacional.
En julio pasado, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución de condena a la asonada golpista del 28 de junio en Honduras y exigió el retorno al poder del presidente constitucional, José Manuel Zelaya.
El texto repudió la interrupción del legítimo ejercicio del poder y demandó la inmediata e incondicional restauración del gobierno constitucional.
Asimismo, llamó a todos los Estados a no reconocer ningún otro gobierno que no sea el de Zelaya y expresó su apoyo a los esfuerzos regionales desplegados para resolver la crisis política en Honduras.
El mandatario, expulsado de su país por los golpistas, hablará el próximo miércoles en el primer día del debate general de la Asamblea de la ONU, a cuyas sesiones asistirán cerca de un centenar de jefes de Estado y gobierno.
En esa jornada también intervendrán los presidentes de Brasil, Estados Unidos, Libia, Argelia, Francia, Uruguay, Chile, Argentina, China, Rusia, Colombia, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana, entre otros.
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