TEGUCIGALPA, 11 (ANSA) - El Congreso de Honduras aprobará mañana una amnistía para beneficiar a los implicados en delitos derivados del golpe de Estado del 28 de junio de 2009, que es rechazada por el presidente constitucional, Manuel Zelaya, y la resistencia popular.
El presidente del Congreso, José Saavedra, convocó para el martes a los 128 diputados para iniciar el debate sobre la amnistía y la salida del país de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, dijo que la amnistía es un paso indispensable para lograr la "reconciliación nacional" y "quitarle sufrimientos a muchos hondureños" afectados por el aislamiento internacional del país.
Lobo, electo en los comicios del 29 de noviembre bajo el régimen de facto que encabeza Roberto Micheletti, asumirá el 27 de enero y deberá enfrentar el aislamiento internacional, pues la mayoría de los países anunciaron que no reconocerán su gobierno porque no se revirtió el golpe de Estado.
El futuro gobernante indicó que todos los países, al "unísono, nos están pidiendo que quieren una muestra clara de solución de la crisis política, que incluye la amnistía que tenga perdón para todos, que no haya vencedores ni vencidos y el que quiera renunciar a ella que lo haga".
Subrayó que si la amnistía no se aprueba "se castiga al pueblo hondureño, que necesita de la ayuda internacional y de todas las posibilidades de atracción de inversiones y de generación de empleo y de ingreso para combatir la pobreza". Zelaya dijo hoy, en declaraciones a Radio Globo, que la amnistía es una iniciativa de los golpistas y "lo que están pretendiendo es engañarse a sí mismos y engañar a un sector de la población".
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