NACIONES UNIDAS (AP) - El gobierno derrocado de Honduras advirtió el lunes que si el presidente Manuel Zelaya no vuelve al poder a más tardar el jueves, sus simpatizantes pedirán sanciones contra los autores del golpe de Estado que lo sacó de la presidencia.
Patricia Rodas, la canciller del gobierno derrocado, dijo en las Naciones Unidas que Zelaya y sus funcionarios también buscarán desacreditar las elecciones que el gobierno golpista está organizando a menos que aquel retorne a la presidencia para el 15 de octubre.
El golpe militar que expulsó a Zelaya del país el 28 de junio ha sido rechazado por gran parte de los gobiernos del mundo, incluido el de Estados Unidos, y la ONU. Zelaya regresó en forma clandestina a su propio país el 21 de septiembre y se refugió en la embajada brasileña donde, según Rodas, "está sometido a tortura permanente, a tortura sónica, a tortura lumínica, a un proceso de guerra psicológica y de amenazas de invasión y de muerte".
En una conferencia de prensa, la canciller dijo que las primeras negociaciones directas entre ambos lados en varios meses, que la Organización de los Estados Americanos impulsó la semana pasada, están por ahora suspendidas porque "el régimen se niega una vez más a acatar lo que la comunidad internacional ha prescrito en Honduras: la restitución del presidente Zelaya, el retorno al orden constitucional".
"Es por eso que hacemos nuevamente un llamado urgente a la comunidad internacional a que permanezcamos firmes en el no reconocimiento del régimen dictatorial", dijo.
La comunidad internacional ha presionado al gobierno interino para que permita el regreso de Zelaya al poder antes de la elección presidencial del 29 de noviembre, que estaba prevista antes del golpe que paralizó al país centroamericano.
A través de Rodas, Zelaya le dio al gobierno golpista de Roberto Micheletti "un ultimátum" para que le devuelva el poder para el 15 de octubre y resuelva la crisis política según el Acuerdo de San José.
Este pondría a Zelaya al frente de un gobierno de unidad hasta que su período termine en enero y le daría amnistía a los líderes del golpe y al propio presidente derrocado, quien está acusado de abuso de poder y otros cargos. Hasta ahora el gobierno de Micheletti rechaza ese plan, dijo Rodas.
Si no hay acuerdo, agregó, el gobierno de Zelaya pedirá a Estados Unidos y países de América Latina que sancionen a los golpistas.
Estados Unidos y otras naciones suspendieron la asistencia humanitaria a Honduras y aislaron diplomáticamente al gobierno interino.
La economía del país "ya fue ahogada por los golpistas", dijo Rodas y explicó que los líderes del gobierno interino controlan el sector empresario y bancario de Honduras.
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