Asimismo insistió en la necesidad del restablecimiento en la presidencia del país centroamericano del depuesto mandatario Manuel Zelaya, quien Lula dijo requiere de garantías institucionales para abandonar la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra refugiado desde septiembre.
"No, no, no, no. Perentoriamente no", dijo Lula a la prensa al ser consultado sobre la intención anunciada por el vencedor de la contienda electoral, Porfirio Lobo, de buscar el reconocimiento por parte de Brasil.
"No da para hacer concesión al golpista. Punto", agregó Lula antes de abandonar Portugal, donde participó en la XIX Cumbre Iberoamericana, para embarcarse a una visita oficial a Ucrania.
Al ser consultado sobre el tiempo que el depuesto presidente permanecerá en la sede diplomática, Lula dijo que la situación "no es cómoda" ni para Zelaya ni para la representación brasileña, pero que su salida depende de garantías.
"Lo mejor sería que Zelaya vuelva para su casa y para que él vuelva (...) tendría que tener garantías institucionales o constitucionales del Gobierno", comentó el primer mandatario brasileño.
En el mismo contexto, los líderes iberoamericanos emitieron un comunicado pidiendo un cese al asedio de la representación diplomática brasileña en Honduras.
"Las jefas y jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos hacen un enérgico llamado para que cese el hostigamiento a la sede diplomática de Brasil en Tegucigalpa", dijo el comunicado.
"Que se garantice su inviolabilidad y la de las personas bajo su protección, así como la libertad de movimiento de sus funcionarios y de todo el Cuerpo Diplomático acreditado en Honduras, en estricto apego a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas", agregó.
Zelaya se encuentra asilado en la embajada de Brasil desde septiembre, cuando volvió a Honduras tras ser derrocado por un golpe de Estado en junio.
(Reporte de Eduardo Simoes y de César Illiano. Editado en español por Silene Ramírez)
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