TEGUCIGALPA (AP) - El presidente derrocado de Honduras Manuel Zelaya pidió el martes que los líderes de Latinoamérica desconozcan los resultados de las elecciones del domingo.
En una carta que envió desde la embajada de Brasil, en la que lleva más de dos meses alojado, Zelaya hizo un "llamado a los gobiernos y movimientos sociales democráticos a rechazar los resultados de la farsa electoral y a desconocer el pretendido gobierno que se instale a partir del 27 de enero".
En la Cumbre Iberoamericana efectuada el fin de semana en Estoril, Portugal, los presidentes de la región insistieron en el pedido de que Zelaya sea restituido. Sin embargo, no llegaron a un consenso sobre la validez de las elecciones.
La misiva la envió en la víspera de que el Congreso hondureño se reúna para debatir si le devuelve el cargo al presidente derrocado en junio, aunque el mismo Zelaya dijo el domingo que no le interesa ser restituido bajo los términos del Acuerdo de Tegucigalpa-San José.
Dicho acuerdo fue suscrito por representantes de Zelaya y del presidente de facto Roberto Micheletti y conminaba a formar un gobierno de reconciliación a partir del 5 de noviembre. Pero Zelaya rompió su adhesión al pacto debido a que en su interpretación del mismo, era él quien debía encabezar ese gobierno de unidad.
El Congreso estimó que el documento no contenía ningún plazo que lo obligara a debatir la posible reinstalación del líder defenestrado y fijó el debate sobre el tema para después de las elecciones del 29 de noviembre.
"Probablemente logremos llegar a una votación (sobre la restitución), el problema es que tomará tiempo porque es un tema inédito en Honduras" y no tienen claro cómo plantearlo en el pleno, declaró el miércoles a la AP vicepresidente del Congreso Ramón Velásquez Nazar.
Indicó que los diputados están convocados para las 10 de la mañana. La sesión deberá revisar primero las respuestas que presentaron la Fiscalía, la Procuraduría General, el Defensor de Derechos Humanos y la Corte Suprema de Justicia a la consulta sobre si consideran viable la restitución del mandatario depuesto, explicó Velásquez.
De esos organismos, el único que hizo pública su posición fue la Corte Suprema que consideró improcedente devolver a Zelaya a la presidencia porque tiene una orden de captura pendiente por convocar a un referendo con la intención ulterior de modificar la Constitución.
La Corte y el Congreso avalaron cuando el ejército envió a Zelaya en un avión a Costa Rica y ese 28 de junio los diputados leyeron una supuesta carta de renuncia de Zelaya --cuyo origen no ha sido aclarado-- y con base en ésta designó como presidente interino a Roberto Micheletti, el entonces presidente del legislativo.
Las elecciones del domingo, que según las autoridades tuvieron una participación cercana al 60% de los electores, dieron la victoria a Porfirio Lobo. El proceso electoral ha recibido el aval de algunos países, pero varios otros desconocieron sus resultados.
"Hagamos Democracia", un grupo de organizaciones locales que sirve de contraparte al National Democratic Institute (NDI), una organización con sede en Estados Unidos, reportó una participación del 48% con base en un conteo en 1.000 centros de votación. Indicó tener un margen de error del 1,8%.
El presidente de NDI, Ken Wollack, dijo a la AP que no comentaría los datos oficiales, pero destacó que los datos de Hagamos Democracia en lo referente a los porcentajes de la elección presidencial es muy similar a los resultados reales.
También señaló que el 48% de participación sería consistente con la tendencia de abstencionismo creciente en las elecciones hondureñas. En la de 2005, el abstencionismo fue de 45% y en la anterior de 35%.
Denis Gómez, magistrado del Tribunal Supremo Electoral, dijo que "el conteo rápido es una muestra, sugeriría esperar a los resultados finales".
"La gente fue a votar y eso lo describió la prensa, la radio y la televisión", afirmó.
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