El Gobierno de facto de Honduras, encabezado por Roberto Micheletti, enviará este miércoles al Congreso una iniciativa para concretar la retirada del país centroamericano de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), pese a que el régimen ya había sido desconocido por el bloque y por la mayoría de las naciones americanas y del mundo por su carácter ilegal.
El ministro de la Presidencia de ese gobierno, Rafael Pineda, dijo que la decisión se tomó durante la noche de este martes en Consejo de Ministros, donde Micheletti firmó un acuerdo con los miembros del gabinete ilegítimo.
Pese a que en la VIII Cumbre realizada por los países integrantes del ALBA, en La Habana, se manifestó un rotundo rechazo a las autoridades ilegales que gobiernan el país centroamericano, quienes sacaron del poder al mandatario constitucional, Manuel Zelaya, en un golpe de Estado perpetrado el pasado 28 de junio, el funcionario de facto dijo que la decisión de denunciar el tratado de adhesión a esa organización se ha tomado porque "algunos países del ALBA no han tenido (hacia Honduras) el trato respetuoso que corresponde a un país".
Pineda indicó que la denuncia del tratado de la ALBA, a la que Honduras se adhirió el 25 de agosto de 2008, durante la administración de Zelaya, no debe alterar la relación comercial como la compra de combustibles a través de Petrocaribe; pero agregó que la decisión final la tomará la plenaria del Parlamento de facto.
Reconoció que Honduras mantiene una deuda con Venezuela contraída en el marco del ALBA, cuyo monto no precisó, pero dijo que se pagará en los términos que fue suscrita a 25 años.
El ministro también resaltó las relaciones de Honduras con Estados Unidos, país del que dijo siempre ha sido "amigo" y es el principal mercado para los productos hondureños; por lo que expresó que "los estadounidenses han sido amigos tradicionales y en las horas difíciles el pueblo norteamericano ha estado con nosotros, son nuestro amigos, han sido nuestros amigos".
De esta manera, el funcionario de facto deja en evidencia la relación con el país del norte, lo cual se ha tratado de ocultar con los intentos de diálogos propiciados desde Washington y su apoyo al Acuerdo de San José que fomentó el Departamento de Estado del país norteamericano, tras el golpe de Estado de junio.
El ALBA acaba de celebrar una cumbre en La Habana en la que reiteró su rechazo al gobierno de facto en Honduras y reclamó la restitución de Zelaya al poder para devolver a la nación la constitucionalidad del Estado. Asimismo desconoció los resultados de los comicios ilegales organizados por el régimen golpista de donde salió victorioso Porfirio Lobo.
Al clausurar la cita de la La Habana, el presidente de Cuba, Raúl Castro, dijo que "Honduras es un ejemplo de que el supuesto compromiso de Washington y sus aliados con la democracia no es más que pura demagogia y oportunismo".
Junto a Honduras, nación que estuvo representada en la pasada cumbre por la canciller legítima, Patricia Rodas, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América está conformada por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas.
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