Funcionarios de Migración del gobierno de facto hondureño le informaron al sacerdote católico Andrés Tamayo que su acta de nacionalización estaba anulada, acción que el sacerdote ha considerado una arremetida política, por haberse manifestado a favor del presidente legítimo Manuel Zelaya y luchar por el retorno de la constitucionalidad al país.
"Estoy en las manos del pueblo, soy del pueblo y seguiré caminando con el pueblo", anunció el padre tras conocer la información sobre su situación en Honduras.
Luego de informar que la Iglesia Católica decidió separarlo de la parroquia de Salamá, Olancho (zona nororiental del país), denunció que con tal determinación se busca que no ejerza influencia en la gente que apoya al presidente Zelaya, derrocado por fuerzas militares el pasado 28 de junio.
"La Iglesia (Católica) prohíbe que yo siga caminando con el pueblo", reclamó.
En tanto, la Dirección de Migración y Extranjería no ha se pronunciado sobre la situación legal de Tamayo.
Aunque el sacerdote nació en El Salvador, logró la nacionalidad hondureña luego de 22 años de vivir en el país.
Dirigió el Movimiento Ambientalista de Olancho, (MAO), departamento ubicado en la parte nororiental del país y limita al sur con Nicaragua.
Tamayo decidió formar parte del movimiento para evitar que la deforestación en la zona continuara. Por sus esfuerzos en el MAO, figuró como nominado al "Premio Front Line 2008 para Defensores de los Derechos Humanos en Riesgo".
El pasado 23 de Agosto el Gobierno de facto de Honduras amenazó al sacerdote católico Andrés Tamayo de expulsarlo del país por apoyar el regreso del presidente legítimo, Manuel Zelaya, según lo denunció él mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario