BOGOTA (Reuters) - El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, firmó el martes un proyecto de referendo que le abre el camino para buscar su segunda reelección consecutiva y de inmediato lo envió a la Corte Constitucional para que inicie el examen de legalidad, informó el Gobierno.
La sanción del referendo, aprobado previamente por el Congreso, y su envío al tribunal fue interpretado por analistas como una clara señal de que el mandatario está interesado en ser candidato en los comicios del 2010.
El presidente no ha hecho pública su intención de lanzar su candidatura para un nuevo periodo de cuatro años, pero tampoco lo ha descartado. Uribe es el más cercano aliado de Estados Unidos en América Latina, una región donde gobernantes de izquierda han ganado injerencia.
La Corte Constitucional puede declarar legal el trámite y aprobación del referendo en el Congreso, fallo que habilita al Gobierno para convocarlo.
En ese caso, el referendo deberá contar con la participación de un 25 por ciento de los electores habilitados -más de 7 millones de personas- que en las urnas decidirán si lo aprueban o lo rechazan.
Pero el tribunal también lo puede declarar ilegal por vicios o errores en su aprobación, caso en el que impediría que Uribe busque extender su Gobierno hasta el 2014.
El presidente de la Corte Constitucional, Nilson Pinilla, anunció que el análisis jurídico del trámite del referendo podría demorar entre cuatro y cinco meses.
El magistrado admitió la posibilidad de examinar no sólo la aprobación en el Congreso, sino también el proceso de recolección de los cuatro millones de firmas con que se presentó la iniciativa ante la Registraduría y la financiación del proceso.
Los opositores Partido Liberal y Polo Democrático confían en que la corte declare ilegal el referendo, mientras aseguran que hubo irregularidades en su financiación, así como en el trámite y aprobación en el Congreso en donde el Gobierno habría conseguido votos de legisladores a cambio de prebendas.
La oposición acusa a Uribe de buscar perpetuarse en el poder cambiando la Constitución a su acomodo y eliminando los sistemas de pesos y contrapesos necesarios en un sistema democrático.
El mandatario, quien desde que asumió el poder en el 2002 impulsa una ofensiva contra la guerrilla izquierdista que la obligó a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas, mantiene una popularidad de alrededor de un 70 por ciento.
Pese a que la seguridad y la economía mejoraron durante el Gobierno de Uribe, dirigentes políticos que en el pasado lo apoyaron se apartaron recientemente de sus posibles intenciones de reelección con el argumento de que ocho años en el poder son suficientes.
(Reporte de Luis Jaime Acosta; editado por Silene Ramírez)
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