El Frente Nacional contra el golpe de Estado de Honduras condenó este domingo la muerte del dirigente sindical Jairo Sánchez, quien murió el sábado luego de permanecer en estado crítico por un disparo que recibió de fuerzas militares el pasado 22 de septiembre durante una manifestación.
Sánchez y otras cientos de personas fueron reprimidas por los organismos de seguridad a las órdenes del régimen de facto en una barriada de Tegucigalpa de nombre San Francisco. Organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaron que en los sucesos también recibieron heridas de bala otras seis personas.
La víctima era presidente del Sindicato de Trabajadores del Instituto de Formación Profesional (Sitrainfop), informó el coordinador del Frente de Resistencia, Juan Barahona, quien afirmó que esta nueva muerte es parte del esfuerzo del gobierno de facto para "paralizar mediante el terror la resistencia popular".
"Resultó con un tiro en la cara, lo operaron pero no le pudieron sacar la bala porque esta en una zona muy delicada y falleció", lamentó Barahona.
Sánchez recibió el balazo en medio de un estado de sitio que se mantiene en Honduras por parte del gobierno de facto liderado por Roberto Micheletti, instalado en ese país desde el golpe de Estado del pasado 28 de junio que sacó al presidente legítimo, Manuel Zelaya, del poder.
Entre tanto, para este domingo seguirán las manifestaciones en contra del régimen, pese a la represión policial, señaló Barahona.
El coordinador general informó que a partir de las 08:00 horas (13H00 GMT) la dirección nacional sostendrá una reunión para analizar la evolución de la crisis.
Agregó que desde el mediodía habrá una asamblea con las bases para continuar debatiendo las acciones a realizar en los próximos días para continuar la resistencia pacífica para lograr la restitución de Zelaya.
Barahona afirmó tener pocas esperanzas que el diálogo iniciado el pasado día 7 entre representantes de Zelaya y el gobierno de facto conduzca a una solución negociada del conflicto.
Aseguró que desde el primer día de conversaciones, en las cuales participó hasta el martes último, tuvo la percepción de que el presidente de facto, Roberto Micheletti, carece de voluntad para ceder el poder.
"Ojalá me equivoqué y se pueda restituir al presidente Zelaya en el cargo para el cual lo eligió el pueblo", apuntó.
Las conversaciones continúan este domingo a pocas horas de acabarse el nuevo plazo dado por el presidente Zelaya hasta el lunes para que se llegue a una decisión.
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