Jorge Rosales
Enviado especial
NUEVA YORK.- La presidenta Cristina Kirchner acababa de recibir a Enrique Iglesias, secretario de la Cumbre Iberoamericana y ex presidente del BID, en la suite que ocupa en el hotel Four Seasons. A su lado estaba el canciller Jorge Taiana, que atendió una llamada urgente en su teléfono celular. Todos se quedaron paralizados por sus exclamaciones.
"Enseguida te doy con la Presidenta", le dijo el canciller a Patricia Rodas, su colega de Honduras durante el gobierno de Manuel Zelaya, que le informó a Cristina Kirchner que el derrocado mandatario estaba entrando en Tegucigalpa.
Así, la presidenta argentina fue una de las primeras en enterarse, ayer al mediodía, del sorpresivo regreso de Zelaya a la capital hondureña.
Anoche, al final de un día cargado de versiones contradictorias sobre la situación en Honduras, Cristina Kirchner dijo que Zelaya "hizo lo que tenía que hacer" y recordó que ése había sido el consejo que le había dado cuando se conoció el golpe de Estado que lo derrocó hace casi tres meses. "Mi opinión era que debía volver", insistió la Presidenta en un diálogo con la prensa.
Fuentes de la delegación oficial dijeron que la Presidenta fue sorprendida por la comunicación de Rodas y que no tenía ningún indicio de los planes de Zelaya que concluyeron con el sigiloso regreso a su país. Hasta anoche Cristina Kirchner no había hablado con Zelaya, que fue derrocado el 28 de junio pasado.
"Me ha pedido [Zelaya] que te informe [del regreso] por todos los esfuerzos que has hecho y como defensora de la democracia en la región", le dijo Rodas a la mandataria argentina, según relataron voceros oficiales.
La jefa del Estado dijo que espera un papel más activo de las Naciones Unidas y de la Organización para los Estados Americanos (OEA) para que Zelaya pueda reasumir el poder. "Si con los organismos internacionales no podemos garantizar su reasunción y que haya elecciones en un marco de libertad, estaríamos ante un simulacro de democracia; sería un antecedente insostenible e inaceptable", dijo Cristina Kirchner.
Cuando Taiana recibió la comunicación al mediodía, Patricia Rodas le dijo que el presidente depuesto estaba en camino hacia la sede de la delegación de las Naciones Unidas en su país. Pero la información fue luego desmentida por la ONU. Por la tarde, el gobierno de Brasil confirmó que Zelaya estaba en la embajada brasileña en Tegucigalpa.
Ayer, Taiana estuvo en contacto durante la tarde con su par brasileño, Celso Amorim, para tener precisiones sobre cómo evolucionaba la situación en la capital hondureña.
En la delegación argentina la llamada de Rodas causó sorpresa. Tanto que fuentes de la cancillería dijeron que creyeron que era para confirmar el pedido de reunión que había hecho con Taiana, para hoy o mañana, en el marco de la asamblea de las Naciones Unidas. También se había solicitado un encuentro con la Presidenta, quien tras el golpe de Estado viajó a Washington con la intención de ser parte de una delegación que acompañó a Zelaya a Tegucigalpa para reasumir el poder
Rodas hablará mañana en el recinto de la ONU en el lugar que el organismo multilateral había reservado para Zelaya, una forma de reconocerlo todavía como presidente y rechazar su derrocamiento.
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