Chávez sostuvo que "hay una pugna entre el Departamento de Estado y el Pentágono" y que desde el Pentágono se apoya el golpe contra el presidente Miguel Zelaya.
"Estados Unidos, cosa rara", dijo Chávez, "no ha reconocido que hubo un golpe de estado militar. Me lo explicó Zelaya". Y afirmó que ello es por culpa del Pentágono.
"El Pentágono es la cueva imperial estadounidense, no quiere a Obama, no quiere cambios, quiere dominar al mundo con sus bases militares, con sus soldados invasores, sus bombas, con sus amenazas", sostuvo Chávez durante su discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Agregó que los militares estadounidenses que se encuentran en la base que su país tiene en Palmerola, Honduras, apoyaron a los golpistas. Dijo que antes de sacarlo del país, los militares golpistas que detuvieron a Zelaya hicieron una escala en Palmerola.
"Al presidente Zelaya lo sacaron de su casa, de su cama, lo llevaron a un avión soldados hondureños comandados desde la base militar que tiene Estados Unidos en Palmerola; los militares norteamericanos que están en Honduras sabían del golpe y apoyan a los militares golpistas en Honduras", insistió Chávez.
Chávez dijo que la política hacia Honduras refleja "las contradicciones en Obama".
"A veces uno dice ¿será que hay dos Obama?, el que habló aquí ayer y otro, ¿un doble', ¿el que apoya el golpe en Honduras y el que permite que sus militares apoyen el golpe en Honduras? Ojalá se imponga el que ayer vimos y oímos aquí, ojalá, el mundo lo necesita, el mundo clama por eso".
El presidente venezolano afirmó que el golpe en Honduras responde a un proceso imperialista en el que se trata de sofocar a los pueblos.
"Cuando surgen los pueblos, sueltan a los gorilas. Eso es lo que ha pasado en Honduras", declaró Chávez ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
"¿Quiénes son los golpistas? La burguesía hondureña, los ricos, cuatro o cinco familias muy ricas, los dueños del estado", sostuvo. "Controlan todo, el congreso, el poder judicial, las fuerzas militares y un pueblo en la calle, masacrado".
"Hablé ayer con Manuel Zelaya. Allá está un presidente firme, digno, que logró burlar con un pequeño grupo de casi mártires la vigilancia de los golpistas y le llegó a la Plaza Morazán de Tegucigalpa a los golpistas, que tienen tomada toda la ciudad", expresó el mandatario.
"La embajada está rodeada por más de 200 soldados", expresó. "La desalojaron a plomo, de la manera más brutal. Es la era de las cavernas que pretende volver. No volverá. Esos golpistas serán barridos por los vientos de la historia nueva".
Acotó que los soldados que rodean la embajada "tienen equipos de perturbación dirigidos a la mente, tratando de causar pánico en las pocas personas adentro".
"Es un pueblo tomado", señaló.
Chávez dijo que, según Zelaya, hubo "al menos tres muertos más en las inmediaciones de la embajada".
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