Lagos llegó hoy a Tegucigalpa junto con la ministra de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, y el secretario de Asuntos Políticos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Víctor Rico, para conformar la Comisión de Verificación.
En ella también están un representante de Zelaya, el embajador de su Gobierno en la ONU, Jorge Reina, y otro del presidente de facto, Roberto Micheletti, Arturo Corrales.
Zelaya y Micheletti han discrepado en los últimos días sobre la interpretación del pacto.
El primero, destituido por el Parlamento el pasado 28 de junio, asegura que el tratado solo se cumple si es restituido en el poder y que esta condición debe darse antes del próximo jueves, cuando debe entrar en funciones un Gobierno de unidad.
Mientras, el segundo considera que el Congreso puede votar contra la vuelta al poder del mandatario derrocado y que el Legislativo no tiene fecha para decidir sobre esa cuestión.
La tarea de definir la correcta interpretación del acuerdo recaerá en la Comisión de Verificación.
"Estamos aquí para verificar que esos estos puntos (del acuerdo) van a ser implementados para crear un Gobierno de unidad nacional y al mismo tiempo, como dice el acuerdo, restaurar las instituciones democráticas al estado en que estaban el 28 de junio, que es cuando el presidente Zelaya fue revocado", dijo Lagos tras la instalación de la comisión.
Por su parte, Rico, al ser cuestionado sobre si la OEA respetará lo que decida el Congreso, aunque sea en sentido contrario a la restitución de Zelaya, como exigió su Asamblea General en una resolución el pasado 4 de julio, afirmó que "lo que dice el acuerdo es que las partes respetarán lo que establezca el Congreso".
"Lo que la OEA decida lo discutirá en Asamblea General cuando se decida el levantamiento o no de la suspensión de Honduras en su participación en la OEA que se adoptó el 4 de julio", agregó.
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