El presidente boliviano, Evo Morales, aseguró este domingo que el golpe de Estado contra su homólogo Manuel Zelaya en Honduras, fue un ataque contra la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) para evitar su crecimiento que se venía expandiendo por la región.
En rueda de prensa desde la isla venezolana de Margarita (noreste venezolano), donde participa en la II Cumbre América del Sur-África (ASA), el mandatario dijo que la situación en la nación centroamericana "es una advertencia del imperio".
"El golpe en Honduras es una advertencia del imperio frente a los países del ALBA (...) es una medida del imperio para intimidar a los países integrantes. Yo creo que este golpe en Honduras se hizo para no expandir el ALBA en la región", expresó el jefe de Estado boliviano.
Recalcó que "si Micheletti quiere lo mejor para su país debe renunciar, que vuelva la democracia y el presidente legal y constitucional, Manuel Zelaya, y garantice elecciones nacionales".
Rechazó la situación económica que se vive en esa nación por la crisis política y llamó al líder del gobierno de facto, Roberto Micheletti, a considerar el llamado contundente de la comunidad internacional de darle el poder de vuelta a Zelaya.
"Yo siento que en Honduras hay un problema social y económico por culpa del señor Micheletti", denunció el mandatario y contrastó la situación con la democracia que se ha vivido en Bolivia, país que también ha sido objetivo de golpes de Estado.
"Yo prefiero ir todos los años a elecciones que tener el poder por medio de una insurrección (...) En Bolivia tuvimos de tres a cuatro presidentes en un año por golpes de Estado (...) ahora hay una revolución democrática", recordó.
El presidente aprovechó la oportunidad para llamar la atención del gobierno peruano por proteger a los ministros del ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), quienes son solicitados por la justicia boliviana.
Alabó a la Corte peruana por enjuiciar a "quienes hicieron daño como Alberto Fujimori (ex- presidente) pero de parte de las instancias políticas proteger a los delincuentes es contradictorio".
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