TEGUCIGALPA (Reuters) - El depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya miraba el jueves con pesimismo un acuerdo firmado con el Gobierno de facto que lo derrocó, ante el fracaso de los intentos por convocar al Congreso a una sesión especial para votar su restitución.
Después de meses de negociaciones para volver al poder con el apoyo de la comunidad internacional, Zelaya y el Gobierno de facto acordaron la semana pasada formar un gobierno de unidad nacional y que el Congreso decidiera si el depuesto mandatario debe retornar a la presidencia del país.
Unos 41 diputados zelayistas buscaban conseguir una mayoría simple para llamar a una sesión y reinstalar a su líder, pero no lograban apoyo de otras fuerzas en el congreso de 128 miembros.
Según al cronograma acordado por negociadores de Zelaya y del Gobierno de facto, encabezado por el empresario Roberto Micheletti, se debía conformar el gobierno de unidad el jueves. El depuesto líder aseguraba que primero debía ser restituido antes de que se designara a los funcionarios de reconciliación.
"Hasta las 12 de la noche nosotros tenemos que esperar el cumplimiento del acuerdo. Sería una pena que un acuerdo avalado por toda la comunidad internacional no se cumpliera", dijo Zelaya a Televisión Nacional de Chile, desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra refugiado.
El mandatario reconoció poco antes que faltaban pocas horas y que no veía en el horizonte "ningún indicio de que tengan interés o voluntad política de cumplir estos acuerdos".
El intento de reinstalar a Zelaya se daba un día después de que una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió acelerar la conformación de un gobierno de unidad nacional contemplado en el acuerdo.
Un diplomático cercano a las negociaciones dijo que uno de los ministros del gabinete interino lideraría el Gobierno luego que Micheletti renuncie, como prometió. Sin embargo, el presidente de facto reiteró que lideraría el Gobierno de unidad.
En una reunión del gabinete del Gobierno de facto se pidió las renuncias a los ministros, para que sus cargos sean ocupados por el gobierno de unidad, conducido por Micheletti.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio y expulsado de Honduras a punta de pistola por militares. Tras el golpe, un Gobierno de facto encabezado por Micheletti fue designado por el Congreso, agudizando la peor crisis política de Centroamérica en dos décadas y dejando dividido al país.
Aunque el plazo para conformar el gobierno de unidad nacional vence el jueves, el ex presidente chileno Ricardo Lagos, jefe de la misión de la OEA, reconoció que podría tomar un poco más de tiempo cumplir este punto del compromiso.
"Ojalá pueda haber un entendimiento en ese sentido, configurar un gobierno de unidad nacional y de esa manera comenzar a tener un avance concreto en este conflicto que lleva ya tanto tiempo", dijo Lagos a su retorno a Chile.
Partidarios de Zelaya, que mantenían una vigilia fuera del Congreso, dijeron que desconocerán las elecciones y amenazaron con iniciar cortes de carreteras si el jueves a medianoche no es reinstalado Zelaya en el poder.
EXPLOSIONES EN TEGUCIGALPA
En el centro de Tegucigalpa, a unos 200 metros de donde se reunían los simpatizantes de Zelaya explotó una bomba de bajo poder, sin dejar heridos, según reportes de la policía.
En la madrugada, una granada estalló en una radio que apoya al Gobierno de facto, causando heridas leves a un operador y daños materiales.
Mientras tanto, el Congreso espera la opinión de la Corte Suprema -que había ordenado destituir a Zelaya por su supuesta violación a la Constitución con intentos de allanar camino para la reelección-, de la fiscalía general y del Ministerio Público antes de decidir sobre la restitución del mandatario.
Pese a que la Junta Directiva del Congreso no convocó a la sesión especial, el diputado zelayista Javier Hall dijo a una radio local que buscaban conformar una mayoría simple para llamar a plenario y votar de una vez por la restitución de Zelaya.
Por su parte, el presidente del Congreso, José Alfredo Saavedra, insistió que el acuerdo no establece plazos para llamar a una sesión extraordinaria para votar sobre la restitución de Zelaya y sugirió que podría darse la próxima semana.
Un dirigente del ala liberal afín a Zelaya dijo que siguen trabajando en una alianza, "y no pararemos ni a medianoche".
El Partido Liberal tiene 62 diputados, pero está dividido entre los que apoyan al Gobierno de facto y el grupo que respalda a Zelaya. El opositor Partido Nacional, que puede definir la restitución, no ha fijado aún una posición oficial.
Zelaya acusó al Partido Nacional de dilatar su restitución porque consideró que es vital para formar el gobierno de unidad, ya que "no puede haber un Gobierno sin presidente".
En Washington, Ian Kelly, portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos, dijo que la solución de la crisis, incluida la restitución de Zelaya, está en manos de los hondureños.
Zelaya ha advertido que en caso de no ser restituido esta semana, la comunidad internacional desconocería las elecciones, que ya estaban convocadas desde antes de que fuera derrocado y que han sido tomadas como punta de lanza del Gobierno de facto como vía para poner fin a la crisis.
(Reporte adicional de Fiona Ortíz en Tegucigalpa, Rodrigo Martínez y Antonio De la Jara en Santiago de Chile. Editado por Pablo Garibian y Silene Ramírez)
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jueves, 5 de noviembre de 2009
Dimite en pleno el Gobierno de Roberto Micheletti
Tegucigalpa, 5 nov (EFE).- El equipo de Gobierno del presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, renunció hoy en pleno a petición de éste a fin de apoyar la creación del gabinete del Gobierno de Unidad contemplado en el Acuerdo Tegucigalpa-San José.
Honduras: Zelaya desistirá de integrar gobierno de unidad sin restitución
TEGUCIGALPA (AFP) - El gobierno de facto de Roberto Micheletti renunció en pleno para dar paso al gobierno de unidad y reconciliación nacional, aunque el depuesto presidente Manuel Zelaya no participará en el mismo si antes el Congreso no lo restituye en el cargo, advirtió.
"El plazo se vence hoy a las doce de la noche (06H00 GMT del viernes) y es el plazo que tiene el Congreso para decidir la restitución", advirtió el asesor de Zelaya, Rasel Tomé.
"¿Quién es el que juramenta a los ministros? El presidente... y si no hay presidente ¿quién los va a juramentar?", dijo a la AFP el asesor de Zelaya, que lo acompaña en la embajada de Brasil donde se refugian desde el 21 de setiembre.
"Hasta que no termine el plazo no podríamos pronunciarnos" sobre lo que vamos hacer, dijo Zelaya a la AFP en caso de que ni el gobierno de facto de Roberto Micheletti ni el Congreso cumplen el acuerdo del 30 de octubre.
Mientras tanto, los ministros del gobierno de Micheletti presentaron su renuncia en bloque, anunció la casa presidencial, para dejar paso al nuevo gobierno.
El Acuerdo Tegucigalpa/San José Diálogo de Guaymuras contempla la formación de un gobierno de unión y reconciliación nacional a más tardar este jueves y deja en manos del Congreso Nacional la restitución del Zelaya, quien fue expulsado del poder el 28 de junio por un golpe de Estado.
Ahora, la pelota está en el tejado del Congreso Nacional. Su presidente, José Angel Saavedra, aseguró que "no va a dar dilatorias ni va a evadir la responsabilidad histórica" de someter a votación el acuerdo.
Sin embargo, se negó a dar fecha para la sesión extraordinaria en la que los 128 diputados tendrán que decidir sobre el futuro político de Zelaya.
El Congreso resolvió, como lo permite el acuerdo, buscar la opinión de la Corte Suprema de Justicia, y de otras tres instituciones, antes de pronunciarse.
Ninguna de estas instituciones tampoco tiene plazo para pronunciarse.
Ante lo que considera maniobras dilatorias del Congreso, Zelaya convocó este jueves a sus seguidores a que salieran a las calles para presionar una solución rápida.
El mandatario derrocado exige que el Congreso se limite a derogar cuanto antes un decreto del 28 de junio que lo depuso y colocó en su lugar a Roberto Micheletti.
Según el ex presidente chileno, Ricardo Lagos, uno de los integrantes de la Comisión de Verificación, Micheletti ofreció renunciar al cargo una vez instalado el gobierno de unidad nacional.
"Una vez constituido (el gobierno de unidad), obliga a la renuncia del presidente de facto, Micheletti. Es un paso muy importante, en la conversación que tuvimos con él, ofreció la renuncia", dijo el ex presidente chileno en una conferencia de prensa en Santiago de Chile.
En medio de tanta incertidumbre, Venezuela y otros aliados de Zelaya, como Brasil, Ecuador, Bolivia y Nicaragua han empezado a presionar a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que no se reconozcan las elecciones del 29 de noviembre en caso de que el presidente depuesto no sea restituido antes.
Sin embargo, según el senador republicano Jim DeMint, Estados Unidos sí reconocerá el resultado de las elecciones hondureñas aunque Zelaya no haya sido restituido, o si ello ocurre después de los comicios. Algo que todavía no han afirmado o desmentido desde la Secretaría de Estado.
Por otra parte, las autoridades hondureñas investigaban este jueves los antentados con bomba perpetrados en las últimas horas.
Dos se registraron el miércoles contra una influyente radio de la capital próxima al gobierno golpista y otro contra un alcalde de una ciudad del oeste del país, con saldo de uno de sus autores muerto, informó la policía.
El último artefacto explotó este jueves en la capital en unos baños públicos sin causar víctimas.
"El plazo se vence hoy a las doce de la noche (06H00 GMT del viernes) y es el plazo que tiene el Congreso para decidir la restitución", advirtió el asesor de Zelaya, Rasel Tomé.
"¿Quién es el que juramenta a los ministros? El presidente... y si no hay presidente ¿quién los va a juramentar?", dijo a la AFP el asesor de Zelaya, que lo acompaña en la embajada de Brasil donde se refugian desde el 21 de setiembre.
"Hasta que no termine el plazo no podríamos pronunciarnos" sobre lo que vamos hacer, dijo Zelaya a la AFP en caso de que ni el gobierno de facto de Roberto Micheletti ni el Congreso cumplen el acuerdo del 30 de octubre.
Mientras tanto, los ministros del gobierno de Micheletti presentaron su renuncia en bloque, anunció la casa presidencial, para dejar paso al nuevo gobierno.
El Acuerdo Tegucigalpa/San José Diálogo de Guaymuras contempla la formación de un gobierno de unión y reconciliación nacional a más tardar este jueves y deja en manos del Congreso Nacional la restitución del Zelaya, quien fue expulsado del poder el 28 de junio por un golpe de Estado.
Ahora, la pelota está en el tejado del Congreso Nacional. Su presidente, José Angel Saavedra, aseguró que "no va a dar dilatorias ni va a evadir la responsabilidad histórica" de someter a votación el acuerdo.
Sin embargo, se negó a dar fecha para la sesión extraordinaria en la que los 128 diputados tendrán que decidir sobre el futuro político de Zelaya.
El Congreso resolvió, como lo permite el acuerdo, buscar la opinión de la Corte Suprema de Justicia, y de otras tres instituciones, antes de pronunciarse.
Ninguna de estas instituciones tampoco tiene plazo para pronunciarse.
Ante lo que considera maniobras dilatorias del Congreso, Zelaya convocó este jueves a sus seguidores a que salieran a las calles para presionar una solución rápida.
El mandatario derrocado exige que el Congreso se limite a derogar cuanto antes un decreto del 28 de junio que lo depuso y colocó en su lugar a Roberto Micheletti.
Según el ex presidente chileno, Ricardo Lagos, uno de los integrantes de la Comisión de Verificación, Micheletti ofreció renunciar al cargo una vez instalado el gobierno de unidad nacional.
"Una vez constituido (el gobierno de unidad), obliga a la renuncia del presidente de facto, Micheletti. Es un paso muy importante, en la conversación que tuvimos con él, ofreció la renuncia", dijo el ex presidente chileno en una conferencia de prensa en Santiago de Chile.
En medio de tanta incertidumbre, Venezuela y otros aliados de Zelaya, como Brasil, Ecuador, Bolivia y Nicaragua han empezado a presionar a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que no se reconozcan las elecciones del 29 de noviembre en caso de que el presidente depuesto no sea restituido antes.
Sin embargo, según el senador republicano Jim DeMint, Estados Unidos sí reconocerá el resultado de las elecciones hondureñas aunque Zelaya no haya sido restituido, o si ello ocurre después de los comicios. Algo que todavía no han afirmado o desmentido desde la Secretaría de Estado.
Por otra parte, las autoridades hondureñas investigaban este jueves los antentados con bomba perpetrados en las últimas horas.
Dos se registraron el miércoles contra una influyente radio de la capital próxima al gobierno golpista y otro contra un alcalde de una ciudad del oeste del país, con saldo de uno de sus autores muerto, informó la policía.
El último artefacto explotó este jueves en la capital en unos baños públicos sin causar víctimas.
Zelayismo contraataca Congreso Honduras, sube tensión
TEGUCIGALPA (Reuters) - Diputados afines al derrocado presidente de Honduras Manuel Zelaya buscaban el jueves convocar a una sesión extraordinaria del Congreso para tratar la restitución del líder, mientras cientos de manifestantes llegaban a la capital del país para apoyarlo.
La jugada de los legisladores zelayistas, que intentan lograr una mayoría simple para hacer la convocatoria, se da un día después de que una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió acelerar la conformación de un gobierno de unidad nacional contemplado en un acuerdo firmado por representantes de Zelaya y el Gobierno de facto.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio y expulsado de Honduras a punta de pistola por militares. Tras el golpe, un Gobierno de facto encabezado por el empresario Roberto Micheletti fue designado por el Congreso, agudizando la peor crisis política de Centroamérica en dos décadas y dejando dividido al país.
Después de meses de negociaciones para volver al poder con el apoyo de la comunidad internacional, Zelaya y el Gobierno de facto acordaron la semana pasada formar un gobierno de unidad nacional y que el Congreso decidiera si el depuesto mandatario debe retornar a la presidencia.
Aunque el plazo para conformar el gobierno de unidad nacional vence el jueves 5 de noviembre, el ex presidente chileno Ricardo Lagos, jefe de la misión de la OEA, reconoció que podría tomar un poco más de tiempo cumplir este punto del compromiso.
"Ojalá pueda haber un entendimiento en ese sentido, configurar un gobierno de unidad nacional y de esa manera comenzar a tener un avance concreto en este conflicto que lleva ya tanto tiempo", dijo Lagos a su retorno a Chile.
Las negociaciones políticas ocurrían mientras cientos de simpatizantes zelayistas se dirigían, incluso desde otras ciudades, al centro de Tegucigalpa para presionar por la restitución del depuesto gobernante, que espera las decisiones sobre su futuro refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
Francisco Games, un campesino con un sombrero vaquero parecido al que usa el depuesto mandatario, llegó a Tegucigalpa desde San Francisco, un poblado pobre en el norte del país, y dijo que no se irá hasta que Zelaya vuelva al poder. "El es nuestro legítimo presidente", sostuvo.
Los zelayistas dijeron que desconocerán las elecciones y amenazaron con iniciar cortes de carreteras si el jueves a medianoche no es reinstalado Zelaya en el poder.
EXPLOSIONES EN TEGUCIGALPA
En el centro de Tegucigalpa, a unos 200 metros de donde se reunían los simpatizantes de Zelaya explotó una bomba de bajo poder, sin dejar heridos, según reportes iniciales de la policía.
En la madrugada, una granada estalló en una radio que apoya al Gobierno de facto, causando heridas leves a un operador y daños materiales.
Mientras tanto, el Congreso espera la opinión de la Corte Suprema -que había ordenado destituir a Zelaya por su supuesta violación a la Constitución con intentos de allanar camino para la reelección-, de la fiscalía general y del Ministerio Público antes de decidir sobre la restitución del mandatario.
Pese a que la Junta Directiva del Congreso no convocó a la sesión especial, el diputado zelayista Javier Hall dijo a una radio local que buscaban conformar una mayoría simple para llamar a plenario y votar de una vez por la restitución de Zelaya.
"Somos 36 liberales y seis de la unión democrática, establecimos contactos con otros, incluidos los nacionales", dijo Hall a una radio local.
El Partido Liberal tiene 62 diputados, pero está dividido entre los que apoyan al Gobierno de facto y el grupo que respalda a Zelaya. El opositor Partido Nacional, que puede definir la restitución, no ha fijado aún una posición oficial.
Zelaya se entrevistó con sus negociadores y, según su asesor Rosel Tomé, reiteró su posición de volver al poder y dijo que la solución está en manos del Congreso que debe restituirlo para proceder a la instalación de un Gobierno de unidad nacional.
En Washington, Ian Kelly, portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos, insistió en que la solución de la crisis política, incluida la restitución de Zelaya, está ahora en manos de los hondureños.
Zelaya ha advertido de que en caso de no ser restituido esta semana, la comunidad internacional desconocería las elecciones, que ya estaban convocadas desde antes de que fuera derrocado y que han sido tomadas como punta de lanza del Gobierno de facto como vía para poner fin a la crisis.
(Reporte adicional de Antonio De la JaraRodrigo Martínez en Santiago de Chile. Editado por Pablo Garibian y Silene Ramírez)
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Honduras: La victoria del "Smart Power"
Por Eva Golinger
Aporrea
Henry Kissinger decía que la diplomacia es “el arte de refrenar el poder”. Obviamente, el ideólogo más influyente de la política exterior estadounidense del siglo XX estaba haciendo referencia a la necesidad de “refrenar el poder” de otros países y gobernantes para poder mantener la posición dominante de Estados Unidos ante el mundo. Presidentes como George W. Bush, empleaban el “poder duro” (Hard Power) para lograr este fin: armas, bombas, amenazas e invasiones militares. Otros como Bill Clinton, utilizaban el “poder suave” (Soft Power): la guerra cultural, Hollywood, ideales, diplomacia, autoridad moral y campañas para ganar “las mentes y corazones” de las poblaciones civiles en países adversarios. Pero la administración de Barack Obama ha optado por una mutación de estos dos conceptos, fusionando el poder militar con la diplomacia, la influencia política y económica con la cultural y legal, y llamándolo el “poder inteligente” (Smart Power). Su primera aplicación ha sido en el caso de Honduras, con el golpe de estado, y hasta hoy, ha funcionado a la perfección.
Decía la Secretaria de Estado Hillary Clinton en su audiencia de confirmación ante el Senado de Estados Unidos, que “debemos utilizar lo que se ha llamado el “smart power”, el rango completo de herramientas que están a nuestra disposición –diplomáticas, económicas, militares, políticas, legales y culturales– escogiendo la herramienta correcta, o combinación de herramientas, para cada situación. Con el “smart power”, la diplomacia sería la vanguardia de nuestra política exterior.” Luego, Clinton reforzaba este concepto afirmando que “el camino más sabio es primero utilizar la persuasión.”
¿Qué es lo inteligente de ésta concepción? Es una política dificil de clasificar, dificil de detectar y dificil de desmontar. El caso de Honduras es ejemplar. Por un lado, el Presidente Obama condenaba al golpe contra el Presidente Zelaya, y por otro lado, su embajador en Tegucigalpa se reunía constantemente con los golpistas. La Secretaria de Estado Clinton repetía muchas veces durante los últimos cuatro meses, desde el primer día del golpe, que Washington no quería meterse ni influir sobre la situación en Honduras –que eran los hondureños que tenían que resolver su crisis, sin ninguna injerencia externa. No obstante, fue Washington que impuso la mediación de Oscar Arías, presidente de Costa Rica, era Washington que seguía financiando al régimen golpista a través de la USAID, y era Washington que comandaba y controlaba las fuerzas armadas hondureñas, a través de la base militar Soto Cano (Palmerola).
También fue el lobby de Washington que redactó el “acuerdo” de San José, y en el final, fueron los altos funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado que tuvieron que “persuadir” a los hondureños para que aceptaran ese acuerdo. A pesar de la constante injerencia de Estados Unidos en el golpe de estado en Honduras – desde su financiación, diseño y apoyo político hasta el apoyo militar – el “smart power” logró distorcionar la realidad ante la opinión pública, convertiendo al duo Obama/Clinton en los “grandes ganadores del multilateralismo”.
Lo que hizo el “smart power” fue disfrazar el unilateralismo estadounidense de multilateralismo. Del primer día, la agenda de Washington se impuso. El 1 de julio, los voceros del Departamento de Estado admitieron en una rueda de prensa que tenían conocimiento previo del golpe. También admitieron que dos altos funcionarios de la diplomacia estadounidense, Thomas Shannon y James Steinberg, estuvieron en Honduras la semana anterior al golpe para mantener reuniones con los grupos civiles y militares que lo llevaron a cabo. Decían que su propósito era “frenar el golpe”, pero ¿cómo se explica entonces el hecho de que el avión llevando al presidente Zelaya ilegalmente fuera del país salió de la base militar de Soto Cano, en la presencia de los militares estadounidenses?
Los hechos demuestran la verdad sobre el papel de Washington en el golpe de estado, y su posterior experimento exitoso con la aplicación del “smart power”. Sabían del golpe, financiaban a los involucrados, ayudaron sacar al Presidente Zelaya del país y luego, utilizaron a la Organización de Estados Americanos (OEA) –en un momento incluso en que estaba en peligro de extinción– como fachada para imponer su agenda. En su discurso, el Departamento de Estado siempre legitimaba a los golpistas, llamando a “todas las partes… a resolver las disputas políticas de manera pacífica a través del diálogo”. ¿Desde cuando un usurpador ilegal del poder es considerado “una parte” légitima dispuesta a dialogar? Obviamente es un actor criminal que no estaba dispuesto a dialogar en primer lugar. Basada en esa lógica de Washington, el mundo debería hacer un llamado al gobierno de Obama para que “resuelva su disputa política con Al Qaeda de manera pacífica a través del diálogo”.
El “smart power” de Obama/Clinton logró su primera victoria durante los primeros días del golpe cuando los estados miembros de la OEA aceptaron la solicitud de esperar 72 horas para “darles tiempo” en Honduras para resolver su crisis. Luego vino la imposición de la mediación de Arias, y ya, de haber cedido tanto espacio a Washington, el imperio tomó el reino y lo llevó hasta el final. Cuando el presidente Zelaya se fue a Washington para reunirse con la Secretaria de Estado Clinton, fue obvio quien estaba en control. Y así lo jugaron, alargando el tiempo hasta el último momento para no permitir un regreso de Zelaya que tuviera el espacio de revertir lo que ya se habían logrado.
El pueblo se quedó fuera, los meses de represión, violencia, persecución, violaciones, toques de queda, cierres de medios de comunicación y torturas y asesinatos, se han olvidado. Menos mal, como dijo el Subsecretario de Estado Thomas Shannon, luego de lograr hacer firmar el “acuerdo” entre Micheletti y Zelaya, que la situación en Honduras se pudo resolver “sin violencia”.
Al firmar el acuerdo el pasado 30 de octubre, Washington “levantó” las pocas restricciones que había impuesto para presionar al régimen golpista. Ya pueden sacar sus visas y viajar al norte, no se tienen que preocupar por los millones de la USAID que ni siquiera se habían suspendido. Los militares estadounidenses en Soto Cano pueden reiniciar todas sus actividades -bueno, realmente nunca las habían dejado de hacer, como confirmó el Comando Sur del Pentágono, días después del golpe: “todo está normal con nuestras fuerzas armadas en Honduras, están haciendo sus actividades y maniobras conjuntas con los hondureños como siempre”. Washington está preparando su delegación de observadores para las elecciones en Honduras el próximo 29 de noviembre –ya están en camino.
Olvídense del torturador Billy Joya y los paramilitares colombianos enviados para ayudar al régimen golpista a “controlar” a la población. No se preocupen por el arma sónica LRAD utilizado para torturar a los habitantes en la embajada de Brasil, durante la estadía de Zelaya. No pasó nada. Como dijo Thomas Shannon, “felicito a dos grandes hombres por haber logrado este acuerdo histórico”. Y la Secretaria de Estado Hillary Clinton comentó que “este acuerdo es un logro tremendo para los hondureños”. Disculpe, ¿para quién?
En el final el celebrado “acuerdo” impuesto por Washington sólo llama al congreso de Honduras –el mismo que falsificó la renuncia de Zelaya para justificar el golpe, y el mismo que apoyó la instalación ilegal de Micheletti en la presidencia– de determinar si quieren o no restituir a Zelaya en la presidencia. Y sólo después de recibir una opinión de la Corte Suprema de Honduras –la misma que opinó que Zelaya era un traidor por promover una encuesta no vinculante sobre una posible reforma constitucional y la misma que ordenó su captura violenta. En caso de ser positiva la respuesta del congreso, Zelaya no tendrá ningun poder. Su gabinete sería impuesto por los partidos que apoyaron el golpe, las fuerzas armadas golpistas estarían bajo el control de la Corte Suprema golpista, y además, Zelaya podría ser enjuiciado por su supuesto “crimen”, por haber promovido una encuesta no vinculante sobre una potencial reforma constitucional.
Según el “acuerdo”, una comisión de la verdad supervisará la implementación de los términos acordados. Hoy anunciaron que la comisión será liderada por una ficha de Washington, el ex presidente chileno, Ricardo Lagos. Promotor de las políticas neoliberales de Washington, Lagos es codirector de la Junta Directiva del Diálogo Interamericano, un centro de pensamiento estadounidense de la derecha que analiza los temas relacionados con América Latina. También fue encargado por la National Endowment for Democracy (NED) para crear una versión chilena, la Fundación Democracia y Desarrollo, para “promover la democracia”, al estilo estadounidense en la región. Al salir de la presidencia en Chile, Lagos fue Presidente del Club de Madrid –un club exclusivo de expresidentes dedicados a “promover la democracia” por el mundo. En ese “club”, también figuran personajes vinculados con la desestabilización de los gobiernos de izquierda en América Latina como Jorge Quiroga y Gonzalo Sánchez de Lozada (ex presidentes de Bolivia), Felipe González (ex primer ministro de España), Václav Havel (ex presidente de la República Checa) y José María Aznar (ex primer ministro de España), entre muchos otros.
En el final, el “smart power” fue lo bastante inteligente para engañar a los que hoy se abrazan y celebran “el fin de la crisis” en Honduras. Pero para la mayoría del pueblo latinoamericano la victoria del “smart power” de Obama/Clinton en Honduras significa una sombra muy oscura y peligrosa que se nos acerca. Apenas iniciativas como el ALBA estaban logrando la independencia en América Latina del poder estadounidense. Por primera vez, los países y pueblos se levantaban en colectivo con dignidad y soberanía para determinar sus propios futuros. Y llegó Obama con su “smart power” y golpeó al ALBA, debilitó la integración latinoamericana y aplastó cualquier pensamiento de independencia y soberanía en el patio trasero de Washington.
Arrodillados y entregados ante Washington, “fue resuelta” la crisis en Honduras, la misma que se había fomentado en el norte. Ahora, se habla de Paraguay, Nicaragua, Ecuador y Venezuela, donde cada día aumenta la subversión, la contrainsurgencia y la desestabilización. El pueblo de Honduras sigue en resistencia, a pesar del “acuerdo” entre sus gobernantes. Su insurrección y compromiso con la reivindicación de sus derechos es el símbolo de la dignidad. La única manera de derrotar a la agresión imperial –que sea inteligente o que sea bruta– es a través de la unión e integración de los pueblos, a todo nivel.
“Lo ilegal lo hacemos de inmediato. Lo inconstitucional tarda más tiempo.” (Henry Kissinger).
Tomado de Arlequin
Responde EU que "Zelaya debería ser restituido"
Washington.- Estados Unidos dijo hoy que el derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, "debería" ser restituido, si bien no quiso confirmar si Washington reconocerá o no las elecciones de fin de mes en caso de que no se reponga al mandatario, alegando que es una cuestión "hondureña".
"Creemos que (Zelaya) debería ser restituido en el poder", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.
Sin embargo, agregó, tras la firma del acuerdo del viernes "esto ahora es un proceso hondureño" en el que la cuestión de la restitución de Zelaya debería ser "resuelta por los hondureños mismos".
Las dudas surgieron a raíz de unas declaraciones realizadas la víspera a un medio de comunicación por el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, respecto a que Estados Unidos reconocerá el resultado de las elecciones del 29 de noviembre.
Esto llevó a Zelaya a enviar la pasada noche una carta oficial a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la que pide que "aclare" si la posición norteamericana "ha sido modificada o cambiada" y si "ahora se busca a toda costa, sin esperar el cumplimiento de los acuerdos, pretender reconocer las elecciones sin revertir el golpe de Estado", según el texto al que tuvo acceso la agencia dpa.
Kelly confirmó hoy la recepción de la carta de Zelaya pero recordó que Clinton se encuentra de viaje, por lo que desestimó una respuesta oficial inmediata.
Zelaya y el gobierno de facto de Roberto Micheletti firmaron el viernes un acuerdo que en su quinto -y más discutido punto- establece que será el Congreso hondureño el que "resuelva respecto a `retrotraer la titularidad del poder ejecutivo a su estado previo al 28 de junio`", es decir, antes del golpe de Estado que provocó la salida de Zelaya.
La víspera, el derrocado mandatario ya advirtió de que el Parlamento sólo debe votar su reinstalación en el cargo y le puso como plazo el jueves, a fin de que pueda presidir el gobierno de unidad y reconciliación, advirtiendo de que no respetar esto significaría la ruptura del acuerdo y que él no daría el visto bueno para conformar el respectivo gabinete.
El portavoz del Departamento de Estado no quiso sin embargo "adelantar" posiciones y se limitó a replicar que ese es "un puente a cruzar cuando se llegue allá".
"Hasta ahora, nadie ha votado en contra de nada. Todo lo que está pasando ahora está contenido en el acuerdo. Así que vamos a dejar que se desarrolle el proceso. Vamos a apoyar el proceso. Animamos a la gente a centrarse en esto y a asegurarse de que sea implementado", señaló.
"Queremos una solución hondureña (...) éste es un problema hondureño que va a tener una solución hondureña", insistió Kelly. "Si el presidente Zelaya lo acepta, si el régimen de facto lo acepta, si está de acuerdo con la ley hondureña y los principios democráticos, entonces lo apoyaremos", agregó.
A la par, negó que Washington haya levantado ya las sanciones impuestas a Honduras durante la crisis.
"Todavía no hemos tomado ninguna decisión sobre las ayudas y sobre algunas de las restricciones de visados que tenemos. Queremos ver cómo avanza esto", indicó.
Entretanto, el embajador argentino en Washington, Héctor Timmerman, reiteró que la posición latinoamericana es la condición de la restitución de Zelaya para reconocer las elecciones de fin de mes.
"Para Argentina no hay un cambio de la situación y exigimos la restitución de Zelaya como paso indispensable para una solución", sostuvo en rueda de prensa con su par hondureño, Eduardo Reina.
"Cualquier solución que no implique la restitución de Zelaya es la aceptación por parte de la comunidad internacional de que hay métodos alternativos a los constitucionales para remover presidentes y eso es lo que queremos evitar", alertó.
"No hay métodos alternativos, no debe haber métodos alternativos y no vamos a aceptar métodos alternativos de remoción de presidentes en América Latina", sentenció Timmerman.
Por su parte, el embajador hondureño llamó a la comunidad internacional a "seguir presionando" porque cualquier alternativa a la restitución de Zelaya sería, sostuvo, una "gran derrota" y un "doble golpe" en Honduras.
El diplomático sostuvo que Zelaya firmó el acuerdo San José- Tegucigalpa "de buena fe", la "letra del acuerdo es bastante clara" en cuanto a la restitución del mandatario y subrayó que el Congreso tiene ahora la "responsabilidad histórica" de aprovechar la "oportunidad" que se le ha dado de revertir la situación.
"Se le ha dado una oportunidad creo como nunca en la historia a ningún país de volver en sus pasos y se le está dando esa oportunidad al Congreso de Honduras, enmendando un error que de por sí también tiene un manto de delito (...), así que el Congreso tiene esa responsabilidad histórica", señaló.
"Creemos que (Zelaya) debería ser restituido en el poder", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.
Sin embargo, agregó, tras la firma del acuerdo del viernes "esto ahora es un proceso hondureño" en el que la cuestión de la restitución de Zelaya debería ser "resuelta por los hondureños mismos".
Las dudas surgieron a raíz de unas declaraciones realizadas la víspera a un medio de comunicación por el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, respecto a que Estados Unidos reconocerá el resultado de las elecciones del 29 de noviembre.
Esto llevó a Zelaya a enviar la pasada noche una carta oficial a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la que pide que "aclare" si la posición norteamericana "ha sido modificada o cambiada" y si "ahora se busca a toda costa, sin esperar el cumplimiento de los acuerdos, pretender reconocer las elecciones sin revertir el golpe de Estado", según el texto al que tuvo acceso la agencia dpa.
Kelly confirmó hoy la recepción de la carta de Zelaya pero recordó que Clinton se encuentra de viaje, por lo que desestimó una respuesta oficial inmediata.
Zelaya y el gobierno de facto de Roberto Micheletti firmaron el viernes un acuerdo que en su quinto -y más discutido punto- establece que será el Congreso hondureño el que "resuelva respecto a `retrotraer la titularidad del poder ejecutivo a su estado previo al 28 de junio`", es decir, antes del golpe de Estado que provocó la salida de Zelaya.
La víspera, el derrocado mandatario ya advirtió de que el Parlamento sólo debe votar su reinstalación en el cargo y le puso como plazo el jueves, a fin de que pueda presidir el gobierno de unidad y reconciliación, advirtiendo de que no respetar esto significaría la ruptura del acuerdo y que él no daría el visto bueno para conformar el respectivo gabinete.
El portavoz del Departamento de Estado no quiso sin embargo "adelantar" posiciones y se limitó a replicar que ese es "un puente a cruzar cuando se llegue allá".
"Hasta ahora, nadie ha votado en contra de nada. Todo lo que está pasando ahora está contenido en el acuerdo. Así que vamos a dejar que se desarrolle el proceso. Vamos a apoyar el proceso. Animamos a la gente a centrarse en esto y a asegurarse de que sea implementado", señaló.
"Queremos una solución hondureña (...) éste es un problema hondureño que va a tener una solución hondureña", insistió Kelly. "Si el presidente Zelaya lo acepta, si el régimen de facto lo acepta, si está de acuerdo con la ley hondureña y los principios democráticos, entonces lo apoyaremos", agregó.
A la par, negó que Washington haya levantado ya las sanciones impuestas a Honduras durante la crisis.
"Todavía no hemos tomado ninguna decisión sobre las ayudas y sobre algunas de las restricciones de visados que tenemos. Queremos ver cómo avanza esto", indicó.
Entretanto, el embajador argentino en Washington, Héctor Timmerman, reiteró que la posición latinoamericana es la condición de la restitución de Zelaya para reconocer las elecciones de fin de mes.
"Para Argentina no hay un cambio de la situación y exigimos la restitución de Zelaya como paso indispensable para una solución", sostuvo en rueda de prensa con su par hondureño, Eduardo Reina.
"Cualquier solución que no implique la restitución de Zelaya es la aceptación por parte de la comunidad internacional de que hay métodos alternativos a los constitucionales para remover presidentes y eso es lo que queremos evitar", alertó.
"No hay métodos alternativos, no debe haber métodos alternativos y no vamos a aceptar métodos alternativos de remoción de presidentes en América Latina", sentenció Timmerman.
Por su parte, el embajador hondureño llamó a la comunidad internacional a "seguir presionando" porque cualquier alternativa a la restitución de Zelaya sería, sostuvo, una "gran derrota" y un "doble golpe" en Honduras.
El diplomático sostuvo que Zelaya firmó el acuerdo San José- Tegucigalpa "de buena fe", la "letra del acuerdo es bastante clara" en cuanto a la restitución del mandatario y subrayó que el Congreso tiene ahora la "responsabilidad histórica" de aprovechar la "oportunidad" que se le ha dado de revertir la situación.
"Se le ha dado una oportunidad creo como nunca en la historia a ningún país de volver en sus pasos y se le está dando esa oportunidad al Congreso de Honduras, enmendando un error que de por sí también tiene un manto de delito (...), así que el Congreso tiene esa responsabilidad histórica", señaló.
La prensa hondureña entrega fotografías a la policía de los participantes de las marchas de la Resistencia
La libertad de prensa adquiere nuevas definiciones
Por Belén Fernández
Especial para The Narco News Bulletin
Noviembre 2009
Como si la naturaleza ética de las prácticas fotográficas de los periódicos pro-golpistas no fuera lo suficientemente contrarrestada por el uso de Photoshop para borrar la sangre de las víctimas antigolpistas de la represión de la policía y del Ejército, ha surgido ahora evidencia de tácticas aún más incriminatorias. Según una fuente con íntimo conocimiento del ajetreo dentro de uno de los principales diarios de Tegucigalpa—quién hablo en condición de anonimato en aras de la seguridad personal—los diarios hondureños han respondido al golpe del 28 de junio en contra del presidente Mel Zelaya entregando fotos de los simpatizantes de la Resistencia a la policía.Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), confirmó que la presencia en las marchas de fotógrafos del diario El Heraldo no resultaba en una extensa cobertura fotográfica de los eventos por parte del periódico, motivando a que se preguntara el propósito real de las imágenes. Hablando en el Burger King afuera de la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde Zelaya continúa confinado, Pavón definió las contribuciones de los periódicos a la policía como terrorismo periodístico—una visión diferente sobre el terrorismo mediático del que el presidente golpista Roberto Micheletti acusaba al Canal 36 el 21 de septiembre cuando informaba que Zelaya estaba en Tegucibalpa y no en un hotel de Managua.
El Heraldo, La Prensa, y La Tribuna—esencialmente boquillas intercambiables del gobierno golpista hondureño—aparecen en la lista de miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) con sede en Miami, cuya misión, según el sitio web de la organización incluye el “Defender la libertad de prensa donde quiera que se impugne en las Américas.” Ricardo Trotti—Director de Libertad de Prensa en la organización que representa a los dueños de los periódicos de todo el hemisferio—respondió por teléfono a la solicitud de la definición de “libertad de prensa” de la SIP, su primera respuesta fue que no entendía la pregunta; la segunda fue que la Declaración de Chapultepec, adoptada por la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión en la Ciudad de México en 1994, proporcionaba algunos aspectos de la definición pero que la libertad de prensa era un concepto más abstracto que concreto.
Trotti se abstuvo de invocar la naturaleza abstracta del concepto cuando le pregunté si la práctica de los miembros hondureños pertenecientes a la SIP de proporcionarle a la policía imágenes de los manifestantes de la Resistencia calificaría como libertad de prensa. Explicó que él no podía hacer un juicio en la materia sin conocer los hechos, pero dijo que la SIP investigaría la denuncia si ésta se había recibido formalmente.
La probabilidad de que esa investigación se lleve a cabo es puesta en duda por el hecho de que el gobierno golpista hondureño, que domina el contenido de los diarios mencionados arriba, ha violado casi todos los principios de los contenidos de la Declaración de Chapultepec. Los diez principios del documento incluyen la prohibición de las amenazas, secuestros y otras formas de persecusión a periodistas, junto con las violaciones que se producen en Honduras en forma de amenaza de muerte al personal de los medios antigolpistas y en el reciente secuestro y tortura del periodista de El Libertador, Delmer Membreño.
También se prohíbe la destrucción de la propiedad de medios de comunicación—descripción aplicable al vertido de ácido en agosto a los transmisores de radiodifusión pretenecientes a Radio Globo y al Canal 36—y el castigo a periodistas y medios de comunicación por publicar la verdad o criticar al gobierno. La posible adición del concepto de la verdad a la lista de abstracciones es sugerida por su función anterior como el título del periódico oficial del Partido Comunista Soviético y por su aparición en el lema de El Heraldo: “La verdad en sus manos.”
La verdad en la mano incluyó el titular del 17 de agosto que decía “Atentado contra la libre expresión en Honduras”, resultando en que no tenía que ver con alguna paliza a manifestantes antigolpistas que se expresaban en las calles, sino al lanzamiento de cinco explosivos, dos de los cuales no explotaron según el diario, a las oficinas de El Heraldo a las 2:30 a.m.. Los que arrojaron los artefactos fueron identificados como “antisociales”; la nota no explica si la entrega de fotos de la prensa a la policía es un asunto social, o si la expansión de las bases de datos de la policía pueda también afectar la libertad de expresión.
En cuanto a bases de datos fuera de Honduras, un reporte recientemente publicado en The Guardian observa cómo los policías de Londres han “desrrollado un aparato encubierto para vigilar a las personas que consideran son, o pueden ser, ‘extremistas locales’”, término que aparentemente incluye a ciudadanos en contra de las armas de fuego y del maltrato de animales. Sin embargo, la policía británica parece compilar su propia información e imágenes; mientras tanto la fiabilidad hondureña en sus medios de comunicación fué explicada por el fundador y director de El Libertador, Jhonny Lagos, por la calidad superior de las imágenes producidas por fotógrafos profesionales y no por policías hondureños con cámaras de celular.
Según la fuente que reveló la cooperación directa entre los diarios hondureños y la policía, la práctica de la cesión de fotos ha disminuido de acuerdo con la disminución de la asistencia a las marchas de fotógrafos relevantes, quizá por el miedo a las represalias. Rafael Alegría, líder campesino, comentó el otro día cerca del edificio del Congreso en Tegucigalpa que la Resistencia “no estaba sorprendida ni asustada” por la cesión de las fotografías, pero que seguía comprometida con la acción pacífica.
Dicho compromiso fue impugnado por un policía hondureño que insistía en que la Resistencia golpeaba a los reporteros, y que las denuncias de policías involucrados con esa actividad era “¡falso, falso!” Sin embargo, esta conspiración fue posteriormente desmentida por su anuncio de que los periodistas venezolanos de TeleSur fueron golpeados por que eran guerrilleros. La falta de libertad de prensa en Honduras para TeleSur pudiera tener que ver con el hecho de que no es miembro de la Sociedad Interamericana de Periodismo, cuyos objetivos declarados incluyen la defensa de “la dignidad, los derechos y las responsabilidades del periodismo.”
El concepto de dignidad también fué objeto en un artículo de julio de El Heraldo titulado “La dignidad pesa más que cualquier visa”, donde el golpista Comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, es alabado por su disposición a aceptar “con actitud patriótica” la inminente cancelación de su visa estadounidense. Sin embargo, el sacrificio patriótico no parece extenderse a los sectores de la población afectados por la violación legítima de los derechos humanos.
Traducción del inglés por Fernando León
OEA busca gobierno unidad para salvar pacto Honduras
Por Mario Naranjo
TEGUCIGALPA (Reuters) - Una comisión de la OEA, que vigila el cumplimiento de un acuerdo en Honduras para superar la crisis tras el golpe de Estado, pidió el miércoles acelerar la pautada integración de un gobierno de unidad, mientras sigue estancada la restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya.
El acuerdo, logrado la semana pasada entre representantes de Zelaya y del Gobierno de facto, contempla en sus puntos clave que el Congreso decida el retorno del mandatario al poder, fija fecha para formar un gobierno de unidad nacional y legitima las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.
Hilda Solis, secretaria de Trabajo de Estados Unidos y miembro de la comisión de la OEA, dijo que el acuerdo prevé que el 5 de noviembre se establezca un gobierno de reconciliación nacional. Este "es un hito que se debe alcanzar", exhortó.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio y expulsado de Honduras a punta de pistola por militares. Después del golpe, un Gobierno de facto encabezado por el empresario Roberto Micheletti fue designado por el Congreso.
Como presidente de la comisión enviada por la Organización de Estados Americanos (OEA), el ex presidente chileno Ricardo Lagos pidió que se trabaje intensamente para que en los "próximos dos o tres días" se instale y forme el gobierno de unidad nacional y así comenzar a superar la peor crisis política de Centroamérica en dos décadas.
Zelaya intenta retomar el poder tras haber cosechado apoyo internacional durante su exilio forzado, que se tradujo en el corte de ayuda económica al empobrecido país y su marginación de organismos internacionales. El depuesto líder volvió clandestinamente al dividido país a finales de septiembre.
Durante meses, el Gobierno de facto, que justifica el golpe con acusaciones contra Zelaya de haber violado la Constitución con sus intentos de allanar el camino a la reelección, rechazó la posibilidad de restituir al mandatario, pero Lagos dijo que veía voluntad de las partes para un gobierno de coalición.
"Ha sido una gran experiencia constatar la voluntad de todos", comentó Lagos.
SIN FECHA NI HORA
Zelaya pidió el miércoles a Washington definir si apoya su vuelta al poder o si está con el Gobierno de facto que lo derrocó, un día después de que en el Congreso hondureño fue postergada una sesión clave para votar sobre su futuro.
No obstante, el derrocado mandatario aceptó la decisión del martes del parlamento de pedir la opinión de los poderes judicial y ciudadano antes de votar la posibilidad de restituirlo.
Aunque la resolución posterga la convocatoria a una sesión clave para debatir su futuro, el aún popular líder aliado del venezolano Hugo Chávez dijo que el Congreso tenía derecho a ilustrarse y que la medida estaba incluida en el pacto.
Pero la posibilidad de un rápido retorno quedó en duda.
"Todo va a tomar tiempo, no tenemos hora ni fecha", dijo Solis cuando se le preguntó sobre el retorno de Zelaya.
El secretario de Estado adjunto para el hemisferio occidental de Estados Unidos, Thomas Shannon, dijo que el futuro de Zelaya estaba en manos del Congreso, que Washington reconocería al ganador de las elecciones y que el acuerdo aseguraba que las elecciones avancen de manera pacífica.
Shannon sugirió que la crisis entre el Gobierno de facto y Zelaya se resolvió con el acuerdo y evitó hablar sobre la restitución del derrocado mandatario.
"No es decisión de nosotros, nosotros no podemos imponer una solución, ningún país de fuera puede imponer una solución, la única solución puede venir de Honduras", dijo.
La canciller de Zelaya, Patricia Rodas, aseguró en Nicaragua que no hay acuerdo sin restitución del presidente.
"Quiero pensar que esto es una mala broma, una equivocación o un problema de malas interpretaciones del señor Shannon y yo sé que entonces él va a recapacitar sobre esto, le va a aclarar a la comunidad internacional que en Honduras no hay democracia si no hay restitución del presidente", sostuvo Rodas.
Zelaya ha advertido que, en caso de no ser restituido, esta semana la comunidad internacional desconocería las elecciones, las cuales estaban convocadas desde antes de que fuera derrocado y que han sido tomadas como punta de lanza del Gobierno de facto como vía para poner fin a la crisis.
Como medida de presión dijo que dos candidatos presidenciales y varios candidatos seccionales, junto a organizaciones campesinas y populares, resolvieron no participar en las elecciones.
(Reporte adicional Gustavo Palencia en Tegucigalpa e Iván Castro en Nicaragua. Editado por Silene Ramírez)
El acuerdo, logrado la semana pasada entre representantes de Zelaya y del Gobierno de facto, contempla en sus puntos clave que el Congreso decida el retorno del mandatario al poder, fija fecha para formar un gobierno de unidad nacional y legitima las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.
Hilda Solis, secretaria de Trabajo de Estados Unidos y miembro de la comisión de la OEA, dijo que el acuerdo prevé que el 5 de noviembre se establezca un gobierno de reconciliación nacional. Este "es un hito que se debe alcanzar", exhortó.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio y expulsado de Honduras a punta de pistola por militares. Después del golpe, un Gobierno de facto encabezado por el empresario Roberto Micheletti fue designado por el Congreso.
Como presidente de la comisión enviada por la Organización de Estados Americanos (OEA), el ex presidente chileno Ricardo Lagos pidió que se trabaje intensamente para que en los "próximos dos o tres días" se instale y forme el gobierno de unidad nacional y así comenzar a superar la peor crisis política de Centroamérica en dos décadas.
Zelaya intenta retomar el poder tras haber cosechado apoyo internacional durante su exilio forzado, que se tradujo en el corte de ayuda económica al empobrecido país y su marginación de organismos internacionales. El depuesto líder volvió clandestinamente al dividido país a finales de septiembre.
Durante meses, el Gobierno de facto, que justifica el golpe con acusaciones contra Zelaya de haber violado la Constitución con sus intentos de allanar el camino a la reelección, rechazó la posibilidad de restituir al mandatario, pero Lagos dijo que veía voluntad de las partes para un gobierno de coalición.
"Ha sido una gran experiencia constatar la voluntad de todos", comentó Lagos.
SIN FECHA NI HORA
Zelaya pidió el miércoles a Washington definir si apoya su vuelta al poder o si está con el Gobierno de facto que lo derrocó, un día después de que en el Congreso hondureño fue postergada una sesión clave para votar sobre su futuro.
No obstante, el derrocado mandatario aceptó la decisión del martes del parlamento de pedir la opinión de los poderes judicial y ciudadano antes de votar la posibilidad de restituirlo.
Aunque la resolución posterga la convocatoria a una sesión clave para debatir su futuro, el aún popular líder aliado del venezolano Hugo Chávez dijo que el Congreso tenía derecho a ilustrarse y que la medida estaba incluida en el pacto.
Pero la posibilidad de un rápido retorno quedó en duda.
"Todo va a tomar tiempo, no tenemos hora ni fecha", dijo Solis cuando se le preguntó sobre el retorno de Zelaya.
El secretario de Estado adjunto para el hemisferio occidental de Estados Unidos, Thomas Shannon, dijo que el futuro de Zelaya estaba en manos del Congreso, que Washington reconocería al ganador de las elecciones y que el acuerdo aseguraba que las elecciones avancen de manera pacífica.
Shannon sugirió que la crisis entre el Gobierno de facto y Zelaya se resolvió con el acuerdo y evitó hablar sobre la restitución del derrocado mandatario.
"No es decisión de nosotros, nosotros no podemos imponer una solución, ningún país de fuera puede imponer una solución, la única solución puede venir de Honduras", dijo.
La canciller de Zelaya, Patricia Rodas, aseguró en Nicaragua que no hay acuerdo sin restitución del presidente.
"Quiero pensar que esto es una mala broma, una equivocación o un problema de malas interpretaciones del señor Shannon y yo sé que entonces él va a recapacitar sobre esto, le va a aclarar a la comunidad internacional que en Honduras no hay democracia si no hay restitución del presidente", sostuvo Rodas.
Zelaya ha advertido que, en caso de no ser restituido, esta semana la comunidad internacional desconocería las elecciones, las cuales estaban convocadas desde antes de que fuera derrocado y que han sido tomadas como punta de lanza del Gobierno de facto como vía para poner fin a la crisis.
Como medida de presión dijo que dos candidatos presidenciales y varios candidatos seccionales, junto a organizaciones campesinas y populares, resolvieron no participar en las elecciones.
(Reporte adicional Gustavo Palencia en Tegucigalpa e Iván Castro en Nicaragua. Editado por Silene Ramírez)
Micheletti está dispuesto a renunciar al Gobierno de Unidad, según los verificadores
Tegucigalpa, 4 nov (EFE).- El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, está dispuesto a renunciar a presidir el Gobierno de Unidad Nacional que debe conformarse mañana en virtud del acuerdo suscrito con el gobernante depuesto, Manuel Zelaya, aseguró hoy la Comisión de Verificación internacional del pacto.
"El señor Micheletti dejó claro que está estaría dispuesto a echarse a un lado", dijo en una conferencia de prensa la secretaria de Trabajo de EE.UU., Hilda Solís, miembro de la comisión y quien junto al ex presidente chileno Ricardo Lagos se entrevistó hoy con el presidente de facto.
Por su parte, Lagos señaló que Micheletti "entiende que la constitución e instalación de un Gobierno de Unidad Nacional probablemente se ve fortalecida si él entiende que está en condiciones de hacer una resignación a los cargos que ostenta".
"Y en consecuencia -continuó- contribuir de esta manera a posibilitar un entendimiento en la sociedad hondureña".
El representante de Zelaya en la comisión, Jorge Reina, indicó que el mandatario depuesto podría no declarar roto el Acuerdo de Tegucigalpa-San José si no es restituido en el poder mañana, para presidir ese Gobierno de Unidad, como había amenazado anteriormente.
"No queremos plantearlo en esos términos porque hemos sentido la voluntad también de la comunidad internacional de apoyarnos" en la pretensión de devolver a Zelaya a la presidencia, indicó Reina, embajador ante las Naciones Unidas del Gobierno derrocado.
Además, el diplomático aseguró que sigue siendo posible la vuelta en el poder de Zelaya mañana, algo que debe resolver el Congreso, cuya junta directiva todavía no ha convocado al pleno y que ayer solicitó su opinión a la Corte Suprema de Justicia y otras instancias sin darles plazo para una respuesta.
Lagos y Solís tenían previsto dejar Honduras hoy mismo después de que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, nombrara a José Octavio Bordón y Enrique Correa como sus representantes personales para apoyar a la comisión.
Tanto Zelaya como Micheletti han expresado su intención de encabezar ese Gobierno y, mientras el primero asegura que el Congreso, al que ambos decidieron solicitar que resuelva sobre el tema de la restitución, no puede votar en contra de esta, el segundo considera que sí tiene facultad para hacerlo.
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Por su parte, Lagos señaló que Micheletti "entiende que la constitución e instalación de un Gobierno de Unidad Nacional probablemente se ve fortalecida si él entiende que está en condiciones de hacer una resignación a los cargos que ostenta".
"Y en consecuencia -continuó- contribuir de esta manera a posibilitar un entendimiento en la sociedad hondureña".
El representante de Zelaya en la comisión, Jorge Reina, indicó que el mandatario depuesto podría no declarar roto el Acuerdo de Tegucigalpa-San José si no es restituido en el poder mañana, para presidir ese Gobierno de Unidad, como había amenazado anteriormente.
"No queremos plantearlo en esos términos porque hemos sentido la voluntad también de la comunidad internacional de apoyarnos" en la pretensión de devolver a Zelaya a la presidencia, indicó Reina, embajador ante las Naciones Unidas del Gobierno derrocado.
Además, el diplomático aseguró que sigue siendo posible la vuelta en el poder de Zelaya mañana, algo que debe resolver el Congreso, cuya junta directiva todavía no ha convocado al pleno y que ayer solicitó su opinión a la Corte Suprema de Justicia y otras instancias sin darles plazo para una respuesta.
Lagos y Solís tenían previsto dejar Honduras hoy mismo después de que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, nombrara a José Octavio Bordón y Enrique Correa como sus representantes personales para apoyar a la comisión.
Tanto Zelaya como Micheletti han expresado su intención de encabezar ese Gobierno y, mientras el primero asegura que el Congreso, al que ambos decidieron solicitar que resuelva sobre el tema de la restitución, no puede votar en contra de esta, el segundo considera que sí tiene facultad para hacerlo.
Zelaya pide a EEUU aclare si apoya o no su restitución
TEGUCIGALPA (AP) - El derrocado mandatario hondureño Manuel Zelaya pidió a Estados Unidos que aclare si apoya o no su restitución a la presidencia, a un día antes de la fecha señalada para que se instale el gobierno de unidad surgido de los acuerdos a la crisis política.
Zelaya formuló esa exhortación en una misiva que envió la madrugada del miércoles a la secretaria de Estado Hillary Clinton, en momentos en que una comisión de verificación de los acuerdos busca con las partes en conflicto estructurar el gabinete de reconciliación como dicta el pacto.
Los dos representantes internacionales de esa comisión, la secretaria de Trabajo de Estados Unidos Hilda Solís y el ex presidente Ricardo Lagos se reunieron con Zelaya y con el mandatario de facto Roberto Micheletti por separado.
"Ahora estamos enfocando en atraer los diferentes grupos para poner un gabinete", dijo la secretaria Solís en rueda de prensa junto a los otros comisionados. "Quiero pensar que es posible... tengo mucha esperanza porque las dos personas (Zelaya y Micheletti) quieren hacer lo mejor para los hondureños, para el país".
Lagos dijo que Micheletti les expresó que está dispuesto a renunciar a su cargo si con ello contribuye a "posibilitar un entendimiento en la sociedad hondureña", una vieja propuesta que siempre condicionó a que también Zelaya desista de regresar al poder.
Lagos y Solís se fueron de Honduras un día después de su llegada y de haber sido instalados como miembros de la comisión, pero el ex presidente chileno dijo que la Organización de Estados Americanos (OEA) mantiene en la capital hondureña a dos representantes para apoyar su trabajo.
Sigue sin resolverse que el Congreso restituya o no a Zelaya, quien le pidió a Washington aclarar sobre si lo apoya y si avalará las elecciones generales de fines de noviembre en tales circunstancias.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado Ian C. Kelly reiteró que la posición estadounidense es que Zelaya debe ser devuelto a la presidencia. Sin embargo, advirtió que tras el acuerdo reciente, la solución de la crisis depende ahora únicamente de los hondureños.
El secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Thomas Shannon, había declarado el martes a la televisora CNN que su país respaldará las elecciones independientemente de la decisión que tome el Congreso hondureño sobre el futuro del líder depuesto y refugiado en la embajada brasileña hace más de un mes.
Zelaya solicitó que Washington "aclare al pueblo hondureño si la posición de su país ha sido modificada o cambiada sobre la condena al golpe de estado", y si busca reconocer las elecciones del 29 de noviembre sin esperar el cumplimiento de los acuerdos y sin revertir el golpe de estado.
La administración de Barack Obama abogó desde un primer momento por la restitución de Zelaya, suspendió la ayuda no humanitaria al país y canceló la visa a Micheletti y muchos de sus allegados.
El acuerdo establece que el Congreso debe decidir si retrocede la titularidad del poder ejecutivo a su estado previo al 28 de junio, cuando Zelaya fue derrocado.
Los directivos del legislativo decidieron el martes que antes de debatir la eventual reinstalación de Zelaya, consultarán al respecto con la Corte Suprema, Fiscalía, Procuraduría General y el Comisionado por los Derechos Humanos.
Uno de los secretarios del legislativo, Roberto Lara, explicó que la convocatoria para la sesión en que se votará la reinstalación de Zelaya puede que sea antes o después de las elecciones.
Según el acuerdo entre las partes para el jueves debería estar conformado e instalado el gobierno de unidad que velará por las elecciones presidenciales del 29 de noviembre y debe entregar el poder al ganador, el 27 de enero.
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Los dos representantes internacionales de esa comisión, la secretaria de Trabajo de Estados Unidos Hilda Solís y el ex presidente Ricardo Lagos se reunieron con Zelaya y con el mandatario de facto Roberto Micheletti por separado.
"Ahora estamos enfocando en atraer los diferentes grupos para poner un gabinete", dijo la secretaria Solís en rueda de prensa junto a los otros comisionados. "Quiero pensar que es posible... tengo mucha esperanza porque las dos personas (Zelaya y Micheletti) quieren hacer lo mejor para los hondureños, para el país".
Lagos dijo que Micheletti les expresó que está dispuesto a renunciar a su cargo si con ello contribuye a "posibilitar un entendimiento en la sociedad hondureña", una vieja propuesta que siempre condicionó a que también Zelaya desista de regresar al poder.
Lagos y Solís se fueron de Honduras un día después de su llegada y de haber sido instalados como miembros de la comisión, pero el ex presidente chileno dijo que la Organización de Estados Americanos (OEA) mantiene en la capital hondureña a dos representantes para apoyar su trabajo.
Sigue sin resolverse que el Congreso restituya o no a Zelaya, quien le pidió a Washington aclarar sobre si lo apoya y si avalará las elecciones generales de fines de noviembre en tales circunstancias.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado Ian C. Kelly reiteró que la posición estadounidense es que Zelaya debe ser devuelto a la presidencia. Sin embargo, advirtió que tras el acuerdo reciente, la solución de la crisis depende ahora únicamente de los hondureños.
El secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Thomas Shannon, había declarado el martes a la televisora CNN que su país respaldará las elecciones independientemente de la decisión que tome el Congreso hondureño sobre el futuro del líder depuesto y refugiado en la embajada brasileña hace más de un mes.
Zelaya solicitó que Washington "aclare al pueblo hondureño si la posición de su país ha sido modificada o cambiada sobre la condena al golpe de estado", y si busca reconocer las elecciones del 29 de noviembre sin esperar el cumplimiento de los acuerdos y sin revertir el golpe de estado.
La administración de Barack Obama abogó desde un primer momento por la restitución de Zelaya, suspendió la ayuda no humanitaria al país y canceló la visa a Micheletti y muchos de sus allegados.
El acuerdo establece que el Congreso debe decidir si retrocede la titularidad del poder ejecutivo a su estado previo al 28 de junio, cuando Zelaya fue derrocado.
Los directivos del legislativo decidieron el martes que antes de debatir la eventual reinstalación de Zelaya, consultarán al respecto con la Corte Suprema, Fiscalía, Procuraduría General y el Comisionado por los Derechos Humanos.
Uno de los secretarios del legislativo, Roberto Lara, explicó que la convocatoria para la sesión en que se votará la reinstalación de Zelaya puede que sea antes o después de las elecciones.
Según el acuerdo entre las partes para el jueves debería estar conformado e instalado el gobierno de unidad que velará por las elecciones presidenciales del 29 de noviembre y debe entregar el poder al ganador, el 27 de enero.
martes, 3 de noviembre de 2009
Pez Gordo: La Secretaria del Trabajo de los Estados Unidos, Hilda Solís, se dirige a Honduras el martes
Se une al ex presidente chileno Ricardo Lagos - quien ya ha desmantelado un golpe de Estado - en la Comisión de Verificación para hacer cumplir el Acuerdo para restaurar al gobierno democrático hondureño
Por Al Giordano
Especial para The Narco News Bulletin
noviembre 2009
Con la aproximación de la fecha límite acordada—5 de noviembre—para la restitución del Presidente de Honduras Manuel Zelaya, la Casa Blanca acaba de enviar a una figura importante. La Secretaria del Trabajo estadounidense Hilda Solís—posiblemente el miembro más progresista del gabinete de Obama—fue nombrada hoy como uno de los cuatro miembros de la “Comisión de Verificación” que se encargará de asegurar que todas las partes cumplan con el acuerdo firmado el viernes pasado en Tegucigalpa y que pone fin al golpe de Estado.30 de octubre de 2009.Los otros miembros de la comisión de verificación son: el ex presidente chileno Ricardo Lagos; el Embajador ante la ONU del gobierno de Zelaya, Jorge Eduardo Reina Idiaquez; y el lacayo del régimen golpista, Arturo Corrales Álvarez, que sin duda será superado en número por los otros tres si trata de unirse a la lucha de los extremistas anti-democráticos del régimen golpista por estancar la aplicación del acuerdo.
1. Suscripción y entrada en vigencia del Acuerdo. 2. Entrega formal del Acuerdo al Congreso para los efectos del Punto 5, “Del Poder Ejecutivo”.2 de noviembre de 2009.
1. Conformación de la Comisión de Verificación.A partir de la suscripción del presente Acuerdo y a más tardar el 5 de noviembre.
1. Conformación e instalación del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional.
Lagos es particularmente un elemento interesante para la Comisión de Verificación. En 1972, el presidente chileno Salvador Allende lo nombró como embajador en la Unión Soviética pero el Congreso se negó a votar su nombramiento. Luego del golpe de Estado de 1973 se vió obligado a exiliarse en Argentina y luego en los Estados Unidos. Regresó a Chile para liderar la resistencia contra el régimen golpista de Augusto Pinochet, incluyendo la exitosa votación por el “No” en el referéndum de 1988, que derrocó al régimen golpista de quince años antigüedad.
Que la Casa Blanca eligiera a la Secretaria Solís—obviamente no del Departamento de Estado, pero un miembro del gabinete en pie de igualdad con la Secretaria Clinton—envía un mensaje claro y serio (y tal vez el tartamuedo que caracerizó la actitud confusa del Departamento de Estado en torno a la crisis hondureña todo el verano llegó finalmente a su fin). Solís está fuertemente aliada con organizaciones sindicales de los Estados Unidos, quienes tienen sus propias alianzas con muchos de los sindicatos que conforman la columna vertebral de la resistencia civil en Honduras.
Además de que hablan español, tanto Lagos como Solís, saben mucho acerca de cómo funciona la resistencia civil y de la manera de combatir las tácticas obstruccionistas de aquellos en el poder.
Solís ya superó esas tácticas de los Republicanos, cuando a principios de año trataron de bloquear su nombramiento. Lagos ya ha desmantelado un régimen golpista. Ahora tiene la oportunidad de desmantelar otro.
Traducción del inglés por Fernando León
El acuerdo de Tegucigalpa implica restaurar a Zelaya en el poder, dice Ricardo Lagos
Tegucigalpa, 3 nov (EFE).- El ex presidente de Chile Ricardo Lagos, quien forma parte de la Comisión de Verificación del Acuerdo de Tegucigalpa-San José instalada hoy en la capital hondureña, aseguró que este acuerdo implica que el depuesto presidente del país, Manuel Zelaya, debe ser restituido.
"Creo que sería hora de implementar un acuerdo que significa que el presidente Zelaya tiene que ser repuesto en el poder y al mismo tiempo asegurar que las elecciones presidenciales se van a llevar a cabo en una forma democrática el 29 de noviembre", aseguró en declaraciones a la prensa.
Lagos llegó hoy a Tegucigalpa junto con la ministra de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, y el secretario de Asuntos Políticos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Víctor Rico, para conformar la Comisión de Verificación.
En ella también están un representante de Zelaya, el embajador de su Gobierno en la ONU, Jorge Reina, y otro del presidente de facto, Roberto Micheletti, Arturo Corrales.
Zelaya y Micheletti han discrepado en los últimos días sobre la interpretación del pacto.
El primero, destituido por el Parlamento el pasado 28 de junio, asegura que el tratado solo se cumple si es restituido en el poder y que esta condición debe darse antes del próximo jueves, cuando debe entrar en funciones un Gobierno de unidad.
Mientras, el segundo considera que el Congreso puede votar contra la vuelta al poder del mandatario derrocado y que el Legislativo no tiene fecha para decidir sobre esa cuestión.
La tarea de definir la correcta interpretación del acuerdo recaerá en la Comisión de Verificación.
"Estamos aquí para verificar que esos estos puntos (del acuerdo) van a ser implementados para crear un Gobierno de unidad nacional y al mismo tiempo, como dice el acuerdo, restaurar las instituciones democráticas al estado en que estaban el 28 de junio, que es cuando el presidente Zelaya fue revocado", dijo Lagos tras la instalación de la comisión.
Por su parte, Rico, al ser cuestionado sobre si la OEA respetará lo que decida el Congreso, aunque sea en sentido contrario a la restitución de Zelaya, como exigió su Asamblea General en una resolución el pasado 4 de julio, afirmó que "lo que dice el acuerdo es que las partes respetarán lo que establezca el Congreso".
"Lo que la OEA decida lo discutirá en Asamblea General cuando se decida el levantamiento o no de la suspensión de Honduras en su participación en la OEA que se adoptó el 4 de julio", agregó.
Lagos llegó hoy a Tegucigalpa junto con la ministra de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, y el secretario de Asuntos Políticos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Víctor Rico, para conformar la Comisión de Verificación.
En ella también están un representante de Zelaya, el embajador de su Gobierno en la ONU, Jorge Reina, y otro del presidente de facto, Roberto Micheletti, Arturo Corrales.
Zelaya y Micheletti han discrepado en los últimos días sobre la interpretación del pacto.
El primero, destituido por el Parlamento el pasado 28 de junio, asegura que el tratado solo se cumple si es restituido en el poder y que esta condición debe darse antes del próximo jueves, cuando debe entrar en funciones un Gobierno de unidad.
Mientras, el segundo considera que el Congreso puede votar contra la vuelta al poder del mandatario derrocado y que el Legislativo no tiene fecha para decidir sobre esa cuestión.
La tarea de definir la correcta interpretación del acuerdo recaerá en la Comisión de Verificación.
"Estamos aquí para verificar que esos estos puntos (del acuerdo) van a ser implementados para crear un Gobierno de unidad nacional y al mismo tiempo, como dice el acuerdo, restaurar las instituciones democráticas al estado en que estaban el 28 de junio, que es cuando el presidente Zelaya fue revocado", dijo Lagos tras la instalación de la comisión.
Por su parte, Rico, al ser cuestionado sobre si la OEA respetará lo que decida el Congreso, aunque sea en sentido contrario a la restitución de Zelaya, como exigió su Asamblea General en una resolución el pasado 4 de julio, afirmó que "lo que dice el acuerdo es que las partes respetarán lo que establezca el Congreso".
"Lo que la OEA decida lo discutirá en Asamblea General cuando se decida el levantamiento o no de la suspensión de Honduras en su participación en la OEA que se adoptó el 4 de julio", agregó.
El ex presidente chileno Lagos exige la vuelta al poder de Zelaya
Delante de la flor y nata de la sociedad hondureña, el ex presidente chileno Ricardo Lagos fue tajante: "Aún es posible evitar el salto al precipicio. Nosotros, en Chile, no fuimos capaces". Unos segundos después, ante un grupo de periodistas, se mostró aún más explícito: "Estamos aquí para restaurar las instituciones democráticas al estado en que se encontraban antes del 28 de junio. Es decir, al momento en que el presidente Manuel Zelaya fue removido de su cargo. Por lo tanto, queremos implementar un acuerdo que signifique que el presidente Zelaya tiene que volver al poder".
Ricardo Lagos e Hilda Solís, secretaria de Trabajo de Barack Obama, llegaron ayer a Tegucigalpa para supervisar el cumplimiento del acuerdo suscrito a finales de la pasada semana por los representantes del presidente Manuel Zelaya y del golpista Roberto Micheletti. El acuerdo prevé la formación de un Gobierno de unidad nacional y que el Congreso someta a votación la restitución de Zelaya. Pero ante la desesperación de los partidarios del presidente depuesto, los golpistas siguen maniobrando, ganando tiempo, para evitar que Zelaya regrese a la Casa Presidencial.
Desde el día del golpe, la comunidad internacional lo ha intentado todo para convencer a Micheletti de que debe permitir el regreso, aunque simbólico, de Zelaya. Unas veces por las malas y otras por las buenas, pero el resultado ha sido el mismo. Si algo ha demostrado el golpista es su capacidad para hacerse el sordo. Las declaraciones de Lagos -tal vez el último cartucho diplomático de la Organización de Estados Americanos (OEA)- coinciden con el espíritu primero de no transigir con el golpe.
Hace cuatro meses justos, apenas unas horas después de la expulsión de Zelaya, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llegó a Honduras y declaró en un hotel de Tegucigalpa: "Aquí hubo un golpe de Estado, una ruptura grave de la institucionalidad democrática, y nosotros pedimos que esa situación sea revertida por quienes han tomado el poder".
A la pregunta de si las elecciones del 29 de noviembre servirían para salir de la crisis, Insulza fue tajante: "Si la situación siguiera igual, el Gobierno que saliese de las urnas no sería reconocido".
El acuerdo prevé la formación de un Gobierno de unidad
Los golpistas maniobran para evitar devolver el poder
Desde el día del golpe, la comunidad internacional lo ha intentado todo para convencer a Micheletti de que debe permitir el regreso, aunque simbólico, de Zelaya. Unas veces por las malas y otras por las buenas, pero el resultado ha sido el mismo. Si algo ha demostrado el golpista es su capacidad para hacerse el sordo. Las declaraciones de Lagos -tal vez el último cartucho diplomático de la Organización de Estados Americanos (OEA)- coinciden con el espíritu primero de no transigir con el golpe.
Hace cuatro meses justos, apenas unas horas después de la expulsión de Zelaya, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llegó a Honduras y declaró en un hotel de Tegucigalpa: "Aquí hubo un golpe de Estado, una ruptura grave de la institucionalidad democrática, y nosotros pedimos que esa situación sea revertida por quienes han tomado el poder".
A la pregunta de si las elecciones del 29 de noviembre servirían para salir de la crisis, Insulza fue tajante: "Si la situación siguiera igual, el Gobierno que saliese de las urnas no sería reconocido".
Las sanciones contra Honduras podrían levantarse el 16 de noviembre
SANTIAGO, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, adelantó este martes que las sanciones impuestas contra Honduras por el organismo regional podrían levantarse el próximo 16 de noviembre, cuando espera convocar una nueva Asamblea General del organismo.
"Queremos hacer una Asamblea General el día 16 de noviembre para levantar las sanciones a Honduras", explicó, en declaraciones a Radio Cooperativa chilena.
Por ello, subrayó la necesidad de que las partes aceleren el cumplimiento del acuerdo suscrito el pasado jueves por los emisarios del presidente 'de facto', Roberto Micheletti, y del mandatario depuesto Manuel Zelaya para poner fin a la crisis política que vive el país centroamericano desde el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
"Los tiempos apremian y ojalá que hagan lo que quieren los hondureños: la gente quiere que esto se termine", explicó el diplomático chileno.
Honduras abandonó la OEA poco antes del golpe de Estado, después de que los países miembros amenazaran con expulsarlo del bloque en respuesta al golpe de Estado del pasado 28 de junio.
El ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria de Estado de Trabajo, Hilda Solís, llegarán este martes a Tegucigalapa para participar en la instalación esta tarde de la Comisión de Verificación del cumplimiento del acuerdo suscrito el pasado jueves.
El acuerdo de ocho puntos implica la creación de un Gobierno de reconciliación, el rechazo a la amnistía política, el reconocimiento de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre, la transferencia de la autoridad sobre las Fuerzas Armadas al Tribunal Supremo Electoral, la creación de una Comisión de Verificación para el cumplimiento del acuerdo y la formación de una Comisión de la Verdad para investigar los hechos antes, durante y después del golpe de Estado.
En virtud del acuerdo, las partes han pedido también a la comunidad internacional la derogación de las sanciones impuestas a Honduras a raíz de la crisis como la suspensión de toda ayuda no humanitaria y las restricciones de viajes de funcionarios del Gobierno 'de facto' y que envíe observadores internacionales a los comicios.
La presión ejercida por la delegación de altos funcionarios enviada por Estados Unidos fue clave para que a última hora de este jueves (madrugada en España) ambas comisiones pactaran poner en manos del Parlamento hondureño la decisión sobre la restitución de Zelaya, asesorado por la Corte Suprema de Justicia.
La última palabra la tiene ahora el Congreso que deberá debatir y decidir si da o no luz verde a este acuerdo, el primero que han firmado sin poner objeciones. El principal escollo, sin embargo, es el retorno de Zelaya al poder antes de que asuma el poder el nuevo presidente de Honduras en enero 2010, que resultará electo en los comicios del 29 de noviembre, algo sobre lo que debe pronunciarse el Congreso, previo dictamen de la Corte Suprema de Justicia.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, adelantó este martes que las sanciones impuestas contra Honduras por el organismo regional podrían levantarse el próximo 16 de noviembre, cuando espera convocar una nueva Asamblea General del organismo.
"Queremos hacer una Asamblea General el día 16 de noviembre para levantar las sanciones a Honduras", explicó, en declaraciones a Radio Cooperativa chilena.
Por ello, subrayó la necesidad de que las partes aceleren el cumplimiento del acuerdo suscrito el pasado jueves por los emisarios del presidente 'de facto', Roberto Micheletti, y del mandatario depuesto Manuel Zelaya para poner fin a la crisis política que vive el país centroamericano desde el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
"Los tiempos apremian y ojalá que hagan lo que quieren los hondureños: la gente quiere que esto se termine", explicó el diplomático chileno.
Honduras abandonó la OEA poco antes del golpe de Estado, después de que los países miembros amenazaran con expulsarlo del bloque en respuesta al golpe de Estado del pasado 28 de junio.
El ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria de Estado de Trabajo, Hilda Solís, llegarán este martes a Tegucigalapa para participar en la instalación esta tarde de la Comisión de Verificación del cumplimiento del acuerdo suscrito el pasado jueves.
El acuerdo de ocho puntos implica la creación de un Gobierno de reconciliación, el rechazo a la amnistía política, el reconocimiento de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre, la transferencia de la autoridad sobre las Fuerzas Armadas al Tribunal Supremo Electoral, la creación de una Comisión de Verificación para el cumplimiento del acuerdo y la formación de una Comisión de la Verdad para investigar los hechos antes, durante y después del golpe de Estado.
En virtud del acuerdo, las partes han pedido también a la comunidad internacional la derogación de las sanciones impuestas a Honduras a raíz de la crisis como la suspensión de toda ayuda no humanitaria y las restricciones de viajes de funcionarios del Gobierno 'de facto' y que envíe observadores internacionales a los comicios.
La presión ejercida por la delegación de altos funcionarios enviada por Estados Unidos fue clave para que a última hora de este jueves (madrugada en España) ambas comisiones pactaran poner en manos del Parlamento hondureño la decisión sobre la restitución de Zelaya, asesorado por la Corte Suprema de Justicia.
La última palabra la tiene ahora el Congreso que deberá debatir y decidir si da o no luz verde a este acuerdo, el primero que han firmado sin poner objeciones. El principal escollo, sin embargo, es el retorno de Zelaya al poder antes de que asuma el poder el nuevo presidente de Honduras en enero 2010, que resultará electo en los comicios del 29 de noviembre, algo sobre lo que debe pronunciarse el Congreso, previo dictamen de la Corte Suprema de Justicia.
El despertar de una Nación
Por: Arnaldo Moreno
La Crisis política que enfrenta Honduras, más que crear dificultades ha traído un nuevo orden dentro del país, en el que la llamada izquierda, ya no tiene que esconderse tras los libros y la ideología, sino que también puede participar activamente en la política y la vida social de Honduras, en la que los socialistas, izquierdistas
El Golpe de Estado perpetrado el 28 de junio del 2009 contrario de traer sufrimiento y frustración a largo plazo al pueblo hondureño, ha despertado la conciencia social de un pueblo adormitado por la televisión, el futbol y el consumismo, una Honduras que latía en lo profundo de la mente de cada hondureño, pero que no había encontrado el camino para empezar su andar, al final no son las ideologías las que marcan este movimiento revolucionario, sino las injusticias, el abuso y el hartazgo de un pueblo a seguir padeciendo.
Hoy el camino está definido y la lucha tiene muchos frentes y manifestaciones que conducen a un solo fin una Asamblea Nacional Constituyente, anhelo que debe traer al pueblo la representatividad y participación dentro de las esferas políticas que han gobernado a Honduras; el detonante, el zarpazo a la democracia dado por la clase oligarca y militar, apoyada por la extrema derecha norte americana, que miran el peligro de perder la gallina de los huevos de oro que representan esto países en vías de desarrollo, agregándose al grupo las altas esferas religiosas que miran en la Constituyente una amenaza para los miles de beneficios que gozan los mercaderes de la fe.
Si bien es cierto que la izquierda hondureña se encontraba dividida, por temor, por ansias de figuración o por el simple hecho que no era el momento de unificar a sus miembros diluidos en la retorica y cafetines del país, la situación actual de nuestra nación presenta el momento justo para que todos los miembros que han urgido por un cambio dejen sus antagonismos e intereses personales para buscar un fin común, la derecha hondureña representada por la clase oligarca no ha dejado de trabajar en este sentido, reclutando y convenciendo a los jóvenes que el mejor estilo de vida no es la democracia sino el más puro capitalismo, que arrastra al abuso y la división de clases.
La izquierda se ha movido como es lógico hacia un socialismo maduro, con mayor participación del pueblo es así como ha evolucionado mientras el neo liberalismo y el capitalismo puro tiende a desaparecer o mover sus pensamientos a un mundo que todos debemos compartir y disfrutar, un mundo que cada vez se nos hace más pequeño y los intereses de los países cada vez son los mismos por lo que no podemos vivir aislados y separados de esta realidad.
El proceso histórico, que vive Honduras marca un hito muy importante, porque la resistencia del pueblo centroamericano se fortalece de darse lugar lo acordado en el Pacto Tegucigalpa/San José, la primera reversión efectiva de un Golpe de Estado, la primera Revolución Pacífica en este continente, una revolución hecha a pulso y sin lanzar una sola bala por parte del pueblo hondureño, cuestión que llevo al traste las ideas militaristas que nunca pudieron justificar el odio, la saña, el abuso y el uso de fuerza excesiva para reprimir a un pueblo.
Queda ahora comenzar el andar de manera inteligente, con la total unificación de todos los actores, el pueblo, los pensadores de izquierda, los defensores de los derechos humanos, los demócratas, los socialistas y todos aquellos que crean que Honduras se merece algo mejor, asistir a las urnas no por el mero hecho de votar, sino de evitar que la clase oligarca siga adueñándose del Congreso Nacional, donde se gestan los abusos hacia nuestro pueblo y donde estos han maquinado cualquier cantidad de desbarajustes contra el pueblo hondureño.
La Crisis política que enfrenta Honduras, más que crear dificultades ha traído un nuevo orden dentro del país, en el que la llamada izquierda, ya no tiene que esconderse tras los libros y la ideología, sino que también puede participar activamente en la política y la vida social de Honduras, en la que los socialistas, izquierdistas
El Golpe de Estado perpetrado el 28 de junio del 2009 contrario de traer sufrimiento y frustración a largo plazo al pueblo hondureño, ha despertado la conciencia social de un pueblo adormitado por la televisión, el futbol y el consumismo, una Honduras que latía en lo profundo de la mente de cada hondureño, pero que no había encontrado el camino para empezar su andar, al final no son las ideologías las que marcan este movimiento revolucionario, sino las injusticias, el abuso y el hartazgo de un pueblo a seguir padeciendo.
Hoy el camino está definido y la lucha tiene muchos frentes y manifestaciones que conducen a un solo fin una Asamblea Nacional Constituyente, anhelo que debe traer al pueblo la representatividad y participación dentro de las esferas políticas que han gobernado a Honduras; el detonante, el zarpazo a la democracia dado por la clase oligarca y militar, apoyada por la extrema derecha norte americana, que miran el peligro de perder la gallina de los huevos de oro que representan esto países en vías de desarrollo, agregándose al grupo las altas esferas religiosas que miran en la Constituyente una amenaza para los miles de beneficios que gozan los mercaderes de la fe.
Si bien es cierto que la izquierda hondureña se encontraba dividida, por temor, por ansias de figuración o por el simple hecho que no era el momento de unificar a sus miembros diluidos en la retorica y cafetines del país, la situación actual de nuestra nación presenta el momento justo para que todos los miembros que han urgido por un cambio dejen sus antagonismos e intereses personales para buscar un fin común, la derecha hondureña representada por la clase oligarca no ha dejado de trabajar en este sentido, reclutando y convenciendo a los jóvenes que el mejor estilo de vida no es la democracia sino el más puro capitalismo, que arrastra al abuso y la división de clases.
La izquierda se ha movido como es lógico hacia un socialismo maduro, con mayor participación del pueblo es así como ha evolucionado mientras el neo liberalismo y el capitalismo puro tiende a desaparecer o mover sus pensamientos a un mundo que todos debemos compartir y disfrutar, un mundo que cada vez se nos hace más pequeño y los intereses de los países cada vez son los mismos por lo que no podemos vivir aislados y separados de esta realidad.
El proceso histórico, que vive Honduras marca un hito muy importante, porque la resistencia del pueblo centroamericano se fortalece de darse lugar lo acordado en el Pacto Tegucigalpa/San José, la primera reversión efectiva de un Golpe de Estado, la primera Revolución Pacífica en este continente, una revolución hecha a pulso y sin lanzar una sola bala por parte del pueblo hondureño, cuestión que llevo al traste las ideas militaristas que nunca pudieron justificar el odio, la saña, el abuso y el uso de fuerza excesiva para reprimir a un pueblo.
Queda ahora comenzar el andar de manera inteligente, con la total unificación de todos los actores, el pueblo, los pensadores de izquierda, los defensores de los derechos humanos, los demócratas, los socialistas y todos aquellos que crean que Honduras se merece algo mejor, asistir a las urnas no por el mero hecho de votar, sino de evitar que la clase oligarca siga adueñándose del Congreso Nacional, donde se gestan los abusos hacia nuestro pueblo y donde estos han maquinado cualquier cantidad de desbarajustes contra el pueblo hondureño.
lunes, 2 de noviembre de 2009
España, país más representado en Feria de La Habana
La representación española que participará en la XXVII Feria Internacional de La Habana (FIHAV), la integran más de 80 empresas e incluye delegaciones oficiales de Madrid, el País Vasco, Valencia y otras autonomías ibéricas.
España fue en 2008 el tercer socio comercial de Cuba, con un intercambio total de mil 430 millones de dólares, solo superada por China y Venezuela, subraya un despacho de la agencia de noticias EFE.
La cuarta parte de las entidades presentes tiene representación permanente en la Isla, a través de sucursales, empresas mixtas o asociadas con el Estado Cubano.
En la muestra expositiva española se incluyen representantes de los sectores químico, eléctrico, electrónico, inmobiliario, farmacéutico, de transportes, hotelería, cosmético, construcción, alimentación, minería y metales, entre otros.
El lunes próximo se inaugurará en el recinto ferial de Expocuba, en esta capital, la XXVII Feria Internacional de La Habana (FIHAV), que reúne a más de 500 expositores extranjeros de 652 empresas.
De los 51 países que participarán en el evento, España será la nación más representada y se le dedicará el día inaugural, con un acto en el que intervendrá el señor Manuel Cacho, embajador de la nación ibérica en La Habana.
Otros países con importantes representaciones en FIHAV son Canadá, China, Rusia, Venezuela, Italia, México y Brasil.
Hasta el siete de noviembre se prolongará el evento, patrocinado por la Cámara de Comercio de Cuba, y los ministerios de Comercio Exterior y de la Inversión Extranjera y Colaboración Económica.
FIHAV es la cita expositiva de mayor interés para empresas y hombres de negocios de todo el mundo que comercian con Cuba.
España fue en 2008 el tercer socio comercial de Cuba, con un intercambio total de mil 430 millones de dólares, solo superada por China y Venezuela, subraya un despacho de la agencia de noticias EFE.
La cuarta parte de las entidades presentes tiene representación permanente en la Isla, a través de sucursales, empresas mixtas o asociadas con el Estado Cubano.
En la muestra expositiva española se incluyen representantes de los sectores químico, eléctrico, electrónico, inmobiliario, farmacéutico, de transportes, hotelería, cosmético, construcción, alimentación, minería y metales, entre otros.
El lunes próximo se inaugurará en el recinto ferial de Expocuba, en esta capital, la XXVII Feria Internacional de La Habana (FIHAV), que reúne a más de 500 expositores extranjeros de 652 empresas.
De los 51 países que participarán en el evento, España será la nación más representada y se le dedicará el día inaugural, con un acto en el que intervendrá el señor Manuel Cacho, embajador de la nación ibérica en La Habana.
Otros países con importantes representaciones en FIHAV son Canadá, China, Rusia, Venezuela, Italia, México y Brasil.
Hasta el siete de noviembre se prolongará el evento, patrocinado por la Cámara de Comercio de Cuba, y los ministerios de Comercio Exterior y de la Inversión Extranjera y Colaboración Económica.
FIHAV es la cita expositiva de mayor interés para empresas y hombres de negocios de todo el mundo que comercian con Cuba.
Zelaya denuncia ''juego oscuro'' de Micheletti tras acuerdo
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, advirtió a la comunidad internacional que podría existir un "juego oscuro" por parte del mandatario de facto, Roberto Micheletti, luego del acuerdo para su restitución a la presidencia.
"Puede existir la manipulación y juego oscuro por lo que debemos mantenernos alerta hasta que se haya logrado su cumplimiento (el acuerdo)", denunció Zelaya.
Igualmente, Zelaya dijo que "advertimos a la comunidad internacional que no ha terminado la lucha para revertir el golpe de Estado (Â…), hemos logrado un gran éxito a favor de la democracia".
Zelaya hizo un llamado a las naciones del mundo a que sigan manteniendo su postura y se mantengan firmes, para así poder lograr el éxito y "para que este acuerdo se cumpla al beneficio de todos", resaltó.
El mandatario legítimo informó en entrevista exclusiva para teleSUR que el pueblo hondureño seguirá en la defensa por la democracia y que no cambiará su posición para que se restablezca la democracia a través de su restitución.
Igualmente, señaló que los ciudadanos del país centroamericano son los únicos encargados de decidir quién debe ser presidente y quién no.
Por otro lado, el derrocado presidente señaló que el Congreso de la nación ya está listo para reunirse en el momento que así lo crean conveniente. "El congreso tiene la opción de continuar con el golpe de Estado o la posibilidad extraordinaria de convertir a Honduras en un ejemplo para América y el mundo", explicó.
Asimismo, aclaró que no existe un pacto secreto entre él, Micheletti y Estados Unidos, tal y como lo había divulgado un parlamentario hondureño.
"No existe nada secreto, todos los acuerdos son de conocimiento general. Posiblemente algunos diputados estén tratando de impedir que se logre culminar este acuerdo", señaló Zelaya.
El mandatario manifestó que las elecciones prevista para el próximo 29 de noviembre deben estar bajo la libertad y que "no haya persecuciones contra personas que no están de acuerdo con el régimen".
Por otro lado, Manuel Zelaya, y el presidente de facto, Roberto Micheletti, designaron a los delegados que los representarán en la Comisión de Verificación del acuerdo para encontrar la salida a la crisis política.
Jorge Reina representará a Zelaya mientras que por el lado de Micheletti lo hará Auturo Corrales. Estos delegados son conocidos en la nación hondureña como hábiles negociadores.
El ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solis, también formarán parte de la comisión de verificación y viajarán el próximo martes a Honduras para iniciar su trabajo, según informó este domingo la OEA.
Otro de los puntos del acuerdo que debe cumplirse durante esta semana es la conformación de un Gobierno de unidad y reconciliación nacional, cuya fecha límite es el próximo 5 de noviembre.
El mandatario legítimo dijo que espera que el Congreso Nacional tome la decisión antes de este jueves, pues según el acuerdo el Parlamento debe resolver su restitución.
"Para el día jueves deberá de estar organizado el Gobierno de Unidad e instalado, para ese día se tiene que tener resuelto el punto 5", referente a la resolución del Legislativo sobre su restitución, indicó Zelaya.
Mientras tanto el pueblo hondureño seguirá a la espera de una solución, puesto que el Parlamento se encuentra en receso por la campaña electoral y no ha anunciado todavía cuándo se reunirá para debatir sobre la restitución de Zelaya.
"Puede existir la manipulación y juego oscuro por lo que debemos mantenernos alerta hasta que se haya logrado su cumplimiento (el acuerdo)", denunció Zelaya.
Igualmente, Zelaya dijo que "advertimos a la comunidad internacional que no ha terminado la lucha para revertir el golpe de Estado (Â…), hemos logrado un gran éxito a favor de la democracia".
Zelaya hizo un llamado a las naciones del mundo a que sigan manteniendo su postura y se mantengan firmes, para así poder lograr el éxito y "para que este acuerdo se cumpla al beneficio de todos", resaltó.
El mandatario legítimo informó en entrevista exclusiva para teleSUR que el pueblo hondureño seguirá en la defensa por la democracia y que no cambiará su posición para que se restablezca la democracia a través de su restitución.
Igualmente, señaló que los ciudadanos del país centroamericano son los únicos encargados de decidir quién debe ser presidente y quién no.
Por otro lado, el derrocado presidente señaló que el Congreso de la nación ya está listo para reunirse en el momento que así lo crean conveniente. "El congreso tiene la opción de continuar con el golpe de Estado o la posibilidad extraordinaria de convertir a Honduras en un ejemplo para América y el mundo", explicó.
Asimismo, aclaró que no existe un pacto secreto entre él, Micheletti y Estados Unidos, tal y como lo había divulgado un parlamentario hondureño.
"No existe nada secreto, todos los acuerdos son de conocimiento general. Posiblemente algunos diputados estén tratando de impedir que se logre culminar este acuerdo", señaló Zelaya.
El mandatario manifestó que las elecciones prevista para el próximo 29 de noviembre deben estar bajo la libertad y que "no haya persecuciones contra personas que no están de acuerdo con el régimen".
Por otro lado, Manuel Zelaya, y el presidente de facto, Roberto Micheletti, designaron a los delegados que los representarán en la Comisión de Verificación del acuerdo para encontrar la salida a la crisis política.
Jorge Reina representará a Zelaya mientras que por el lado de Micheletti lo hará Auturo Corrales. Estos delegados son conocidos en la nación hondureña como hábiles negociadores.
El ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solis, también formarán parte de la comisión de verificación y viajarán el próximo martes a Honduras para iniciar su trabajo, según informó este domingo la OEA.
Otro de los puntos del acuerdo que debe cumplirse durante esta semana es la conformación de un Gobierno de unidad y reconciliación nacional, cuya fecha límite es el próximo 5 de noviembre.
El mandatario legítimo dijo que espera que el Congreso Nacional tome la decisión antes de este jueves, pues según el acuerdo el Parlamento debe resolver su restitución.
"Para el día jueves deberá de estar organizado el Gobierno de Unidad e instalado, para ese día se tiene que tener resuelto el punto 5", referente a la resolución del Legislativo sobre su restitución, indicó Zelaya.
Mientras tanto el pueblo hondureño seguirá a la espera de una solución, puesto que el Parlamento se encuentra en receso por la campaña electoral y no ha anunciado todavía cuándo se reunirá para debatir sobre la restitución de Zelaya.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Secretaria laboral de EEUU verificará acuerdos en Honduras
TEGUCIGALPA (AP) - La Organización de los Estados Americanos (OEA) anunció el domingo que la secretaria de Trabajo de Estados Unidos Hilda Solís y el ex presidente chileno Ricardo Lagos serán los dos representantes extranjeros que verificarán el cumplimiento de los acuerdos en la crisis política hondureña.
Solís y Lagos arribarán el martes a Tegucigalpa, informó el secretario general de la OEA José Miguel Insulza desde Washington. Los dos miembros se sumarán a los designados por el presidente derrocado Manuel Zelaya y el gobernante de facto Roberto Micheletti.
Zelaya designó a su diplomático ante la ONU Jorge Arturo Reina, mientras que Micheletti al negociador Arturo Corrales. El acuerdo alcanzado el jueves por las partes en la crisis y que tiene como punto central que el Congreso vote por la restitución o no de Zelaya, estableció que la comisión de verificación se conforme el lunes.
El acto fue impulsado decididamente por la administración del presidente Barack Obama, que prometió respaldar los comicios generales del 29 de noviembre, al igual que la OEA.
"Si esto no se corrige ahora, las próximas elecciones van a estar empañadas profundamente y no van a ser admitidas por la comunidad internacional", advirtió Reina al arribar el domingo.
"La reinstalación del presidente va a significar un hecho en la historia del país. Lo votaron militares y lo volvió a poner el pueblo", agregó.
La comisión tiene como tarea inmediata velar por la conformación e instalación del gobierno de unidad y reconciliación nacional, un paso que según el acuerdo debe cristalizarse a más tardar el 5 de noviembre. El gobierno de unidad debe entregar el poder al triunfador de la contienda presidencial, el 27 de enero.
El Congreso, que decretó la destitución de Zelaya y designó a su entonces líder Micheletti como presidente interino del país, ahora tiene la pelota de su lado y debe llamar a sesiones para debatir el futuro del líder derrocado, lo cual hasta el domingo no se había dado.
El líder del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado, Juan Barahona, dijo el domingo a la AP que a partir del lunes se apostarán en las afueras de la sede legislativa "hasta lograr nuestro objetivo", que es la vuelta al poder del mandatario derrocado el 28 de junio.
El candidato presidencial oficialista, Elvin Santos, dijo que van a respetar los resultados del acuerdo y que todo debe darse por la vía legal, al tiempo en que creó polémica al plantear que la restitución estará en manos de los diputados del opositor Partido Nacional debido a que en su Partido Liberal hay diversas tendencias sobre Zelaya.
Santos era el vicepresidente de Zelaya.
El Liberal, al que pertenecen Zelaya y Micheletti, tiene 65 legisladores en el Congreso de 128 escaños, mientras que el Nacional 55. El resto se lo reparten tres partidos minoritarios.
El abanderado presidencial nacionalista Porfirio Lobo, quien encabeza las encuestas de preferencias, dijo a la AP que el lunes se reunirá con la bancada del partido.
"Ya hemos hecho contacto con nuestros líderes... y la bancada va a tomar su posición lógicamente después de analizar los puntos del acuerdo, pero lo hacemos con el mejor ánimo de contribuir a hacer lo que sea necesario para traerle paz a la nación", agregó.
Zelaya, refugiado desde el 21 de septiembre en la embajada brasileña, espera que el Congreso lo restituya en el poder antes de que se instale el gobierno de reconciliación.
Los corresponsales de la AP Olga Rodríguez y Freddy Cuevas contribuyeron a este reporte.
Solís y Lagos arribarán el martes a Tegucigalpa, informó el secretario general de la OEA José Miguel Insulza desde Washington. Los dos miembros se sumarán a los designados por el presidente derrocado Manuel Zelaya y el gobernante de facto Roberto Micheletti.
Zelaya designó a su diplomático ante la ONU Jorge Arturo Reina, mientras que Micheletti al negociador Arturo Corrales. El acuerdo alcanzado el jueves por las partes en la crisis y que tiene como punto central que el Congreso vote por la restitución o no de Zelaya, estableció que la comisión de verificación se conforme el lunes.
El acto fue impulsado decididamente por la administración del presidente Barack Obama, que prometió respaldar los comicios generales del 29 de noviembre, al igual que la OEA.
"Si esto no se corrige ahora, las próximas elecciones van a estar empañadas profundamente y no van a ser admitidas por la comunidad internacional", advirtió Reina al arribar el domingo.
"La reinstalación del presidente va a significar un hecho en la historia del país. Lo votaron militares y lo volvió a poner el pueblo", agregó.
La comisión tiene como tarea inmediata velar por la conformación e instalación del gobierno de unidad y reconciliación nacional, un paso que según el acuerdo debe cristalizarse a más tardar el 5 de noviembre. El gobierno de unidad debe entregar el poder al triunfador de la contienda presidencial, el 27 de enero.
El Congreso, que decretó la destitución de Zelaya y designó a su entonces líder Micheletti como presidente interino del país, ahora tiene la pelota de su lado y debe llamar a sesiones para debatir el futuro del líder derrocado, lo cual hasta el domingo no se había dado.
El líder del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado, Juan Barahona, dijo el domingo a la AP que a partir del lunes se apostarán en las afueras de la sede legislativa "hasta lograr nuestro objetivo", que es la vuelta al poder del mandatario derrocado el 28 de junio.
El candidato presidencial oficialista, Elvin Santos, dijo que van a respetar los resultados del acuerdo y que todo debe darse por la vía legal, al tiempo en que creó polémica al plantear que la restitución estará en manos de los diputados del opositor Partido Nacional debido a que en su Partido Liberal hay diversas tendencias sobre Zelaya.
Santos era el vicepresidente de Zelaya.
El Liberal, al que pertenecen Zelaya y Micheletti, tiene 65 legisladores en el Congreso de 128 escaños, mientras que el Nacional 55. El resto se lo reparten tres partidos minoritarios.
El abanderado presidencial nacionalista Porfirio Lobo, quien encabeza las encuestas de preferencias, dijo a la AP que el lunes se reunirá con la bancada del partido.
"Ya hemos hecho contacto con nuestros líderes... y la bancada va a tomar su posición lógicamente después de analizar los puntos del acuerdo, pero lo hacemos con el mejor ánimo de contribuir a hacer lo que sea necesario para traerle paz a la nación", agregó.
Zelaya, refugiado desde el 21 de septiembre en la embajada brasileña, espera que el Congreso lo restituya en el poder antes de que se instale el gobierno de reconciliación.
Los corresponsales de la AP Olga Rodríguez y Freddy Cuevas contribuyeron a este reporte.
HONDURAS:LAGOS Y SOLIS INTEGRARAN COMISION DE VERIFICACION
WASHINGTON, 1 (ANSA) - El ex presidente chileno Ricardo Lagos y la actual secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, serán los integrantes internacionales de la Comisión de Verificación prevista en el acuerdo alcanzado en Honduras la semana pasada, informó hoy el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Lagos y Solís llegarán a Tegucigalpa el martes 3 de noviembre para reunirse con los integrantes hondureños, Jorge Arturo Reina y Arturo Corrales, señaló Insulza en un comunicado difundido por la OEA.
Los integrantes internacionales viajarán a Honduras acompañados por el secretario de Asuntos políticos de la OEA, Víctor Rico, y una delegación de altos funcionarios de la organización.
Ricardo Lagos, nacido en Santiago en 1938, fue presidente de Chile entre 2000 y 2006. Hilda Solís, nacida en 1957 en Los Angeles, California, es la actual secretaria de Trabajo de Estados Unidos y, antes de asumir este cargo, fue congresista demócrata en la Cámara de representantes desde 2001. ACZ
Lagos y Solís llegarán a Tegucigalpa el martes 3 de noviembre para reunirse con los integrantes hondureños, Jorge Arturo Reina y Arturo Corrales, señaló Insulza en un comunicado difundido por la OEA.
Los integrantes internacionales viajarán a Honduras acompañados por el secretario de Asuntos políticos de la OEA, Víctor Rico, y una delegación de altos funcionarios de la organización.
Ricardo Lagos, nacido en Santiago en 1938, fue presidente de Chile entre 2000 y 2006. Hilda Solís, nacida en 1957 en Los Angeles, California, es la actual secretaria de Trabajo de Estados Unidos y, antes de asumir este cargo, fue congresista demócrata en la Cámara de representantes desde 2001. ACZ
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