La presencia de cinco agentes de la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC) de Amapala, Valle, en las instalaciones de la recién creada radio comunitaria La Voz de Zacate Grande, alarmó a la comunidad de Puerto Grande, que creía que los policías habían llegado para cerrar la emisora.
De acuerdo al relato de los comunicadores sociales José Rivera y Herbert Morales, los agentes policiales llegaron a la zona, transportados a través del Golfo de Fonseca en una lancha propiedad del terrateniente Miguel Facussé junto a varios de los guardias de la seguridad privada, que resguarda las mansiones de descanso del terrateniente.
Los policías que nos mostraron identificación, expresaron a la comunidad que su presencia en el lugar era de rutina y que procederían a tomar fotografías de las instalaciones de La Voz de Zacate Grande.
Asimismo los agentes consultaron a los comunicadores que se encontraban ejerciendo labores de locución en la radio comunitaria, sobre el alcance que tiene la emisora, cuya señal se escucha en el 97.1 del FM y que llega a 8 comunidades asentadas en la península en un radio de acción de 25 kilómetros.
Los agentes de la DGIC sostuvieron a los pobladores y pobladoras que ellos habían sido enviados por el Ministerio Público del departamento de Valle, por lo que el Fiscal General Luis Alberto Rubí, deberá aclarar estos hechos.
De acuerdo a denuncias de los pobladores, desde que se iniciaron los trabajos de construcción de la emisora, el terrateniente Miguel Facussé ha enviado emisarios para amenazar a la comunidad y exponer su rotunda oposición para que funcione una radio comunitaria en la zona.
El pasado miércoles 14 de abril, se inauguraron formalmente las transmisiones de La Voz de Zacate Grande y desde tempranas horas de la madrugada guardias de seguridad de Miguel Facussé realizaron ráfagas de disparos al aire con sus armas de fuego, para amedrentar a los vecinos y vecinas.
Al término de la celebración a la que asistieron defensores y defensoras de derechos humanos, dirigentes y dirigentas comunitarias, líderes y lideresas indígenas y negras, religiosas, estudiantes y miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, el joven Jose Adín Vargas Osorio fue agredido en su rostro y hombro por un guardia de seguridad de Miguel Facussé.
Al respecto, procuradoras de derechos humanos del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), periodistas italianos, artistas argentinos y pobladoras y pobladores, estuvieron en peligro de muerte, cuando los vehículos en que se conducían fueron rodeados por al menos 8 guardias de seguridad que portaban escopetas 12 y fusiles M-16 (de uso militar), cuando se realizó la labor de documentar la denuncia.
El Cofadeh documentó el caso y denunció que los guardias de seguridad de Miguel Facussé actúan en total impunidad a vista y paciencia de las autoridades policiales y judiciales. En su momento la Coordinadora General del Cofadeh, Bertha Oliva expresó "que las comunidades de Zacate Grande están en total indefensión".
El Cofadeh considera que el hostigamiento policial y paramilitar en la zona, promovida por el terrateniente Miguel Facussé representa una fuerte amenaza para la integridad física y psicológica de los comunicadores y comunicadoras de la Voz de Zacate Grande y para las comunidades que habitan en la península.
La presencia policial y las acciones arbitrarias de Facussé atentan contra la libertad de expresión y contra el derecho de los pueblos ha informarse.
Tomado de: Defensores en Linea y Voz el Soberano