A diferencia de años anteriores, la tradicional celebración del 1 de mayo contó no sólo con la presencia de los más de 200 movimientos sindicales, sino también con una gran representación de movimientos independientes conformados por ciudadanos.
Aunque no faltaron reclamos por condiciones laborales y salario justo, la demanda principal de los manifestantes fue la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente que genere cambios sociales, políticos y económicos al país.
Un ambiente de alegría y celebración predominó entre los marchistas, quienes con las conocidas consignas, canciones y representaciones artísticas, enviaron mensajes de protesta a los gobernantes del país.
“Fuera los corruptos”, “La constituyente viene y nadie la detiene”, “Sicarios a la cárcel”, fueron algunos de los mensajes que los trabajadores portaban en miles de pancartas con las que desfilaron por las calles de la capital.
Asimismo, los sindicalistas afines al movimiento popular de resistencia, conformado tras el golpe de Estado de junio del 2009, solicitaron al Poder Legislativo el incremento al salario mínimo, cuyo aumento se ha postergado hace cuatro meses, cuando dieron inicio las negociaciones del mismo.
Vestidos mayormente de rojo y negro, los sindicalistas iniciaron la caminata frente a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, se desplazaron a lo largo del bulevar de las Fuerzas Armadas y concluyeron la misma en la denominada “Plaza Isis Obed Murillo”, joven que murió asesinado en las cercanías del Aeropuerto Toncontín en una manifestación de la Resistencia, el pasado 5 de julio.
La multitudinaria marcha concluyó con un acto cívico, en el cual se entonó el Himno Nacional, se conmemoró a los compañeros fallecidos y se dio lectura al pronunciamiento de las centrales obreras y el Frente de Resistencia, quienes marcharon juntos la mañana de ayer.
EL RETORNO DE ZELAYA
Otro de los factores que diferenció la marcha de ayer con las anteriores, fue la exigencia de los manifestantes por el retorno al país del ex presidente Manuel Zelaya Rosales, que vive en el exilio obligado en República Dominicana.
“Zelaya Rosales es el precursor de la propuesta de una nueva refundación del país y su retorno al país es indispensable para instalar una constituyente”, aseveró uno de los participantes de la marcha a Diario TIEMPO.
Debido a que el ex mandatario se encuentra exiliado en República Dominicana hace ya tres meses, en su representación la ex primera dama de la nación, Xiomara de Zelaya, participó en la marcha de los trabajadores hondureños.
De igual forma, los obreros elaboraron representaciones de los hechos ocurridos el pasado 28 de junio, donde participantes caracterizaron los actores principales del golpe de Estado.
Sindicatos, confederaciones obreras, movimientos campesinos, frentes universitarios, representaciones de partidos políticos, organizaciones magisteriales, instituciones educativas, centros de mujeres, entre otros movimientos, se integraron en un movimiento unificado para celebrar el día de los trabajadores hondureños.
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