WASHINGTON, 11 (ANSA) - El gobierno de facto instalado en Honduras tras el golpe del 28 de junio de 2009 permitió el "uso desproporcionado de la fuerza" por parte de la policía contra manifestantes en todo el país, afirmó hoy el informe anual del Departamento de Estado norteamericano sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.
El reporte consideró, además, "en general libres y justas" las elecciones de noviembre último que le dieron la presidencia a Porfio "Pepe" Lobo, y aseguró que el golpe de junio contra el entonces mandatario constitucional, Manuel Zelaya, estuvo precedido por "meses de tensiones políticas", que atribuyó a una consulta no vinculante sobre un proceso de reforma constitucional. "Aunque el golpe no fue sangriento -señaló el informe-, eventos subsecuentes relacionados resultaron en pérdidas de vidas y también en limitaciones por parte del gobierno de facto de las libertades de movimiento, asociación, expresión y asamblea". DAB
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