martes, 6 de octubre de 2009

Con la Visita de los Congresistas Estadounidenses, Ros-Lehtinen descubre el Antídoto para la Crisis Turística Hondureña

El Líder Golpista Admite que la Derogación del Decreto de Emergencia no Aplica para todos los Medios de Comunicación

Por Belén Fernández

Especial para The Narco News Bulletin

TEGUCIGALPA, HONDURAS, 5 DE OCTUBRE DE 2009: Dos días antes de la visita programada a Honduras de una delegación de la Organización de los Estados Americanos (OEA), una versión abreviada de la diplomacia internacional llegó a Tegucigalpa la mañana de ayer, en la forma de la Congresista de Florida, Ileana Ros-Lehtinen, Republicana miembro del Comité de Asuntos Exteriores, y que fuera definida como Senadora de los Estados Unidos por prominentes diarios hondureños. Ros-Lehtinen fue la protagonista de una conferencia de prensa a mediodía en el palacio presidencial, evento también calificado como abreviado debido a la ausencia de representantes de la prensa antigolpista.



En tiempos más felices para la camarilla Congresista ex cubana de extrema derecha, los Congresistas estadounidenses Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart aprobaron el secuestro del niño de cinco años, Elián González. Ahora están en el partido minoritario y reducidos a la promoción del turismo del régimen golpista de Honduras.

La ausencia, en la conferencia, del Canal 36 y de Radio Globo—los dos medios de comunicación forzados a salir del aire la semana pasada, con el decreto de Estado de Sitio del presidente golpista Roberto Micheletti—se puso en duda cuando Micheletti aseguró a la audiencia que su decreto había sido completamente revocado. Sin embargo, la posibilidad de que el gobierno golpista entonces devolviera el equipo de transmisión confiscado a sus legítimos dueños se vino abajo cuando Micheletti declaró que dichos propietarios tendrían que ganar de nuevo sus derechos en los tribunales de justicia.

El propósito declarado de la visita de Ros-Lehtinen a Honduras, fue el de evaluar el estado actual de los asuntos en Honduras, algo de lo que el presidente golpista, Roberto Micheletti, ha acusado repetidamente al resto del mundo de ignorar por completo. La evidencia que sugiere que la evaluación se llevó a cabo antes de la llegada, incluye la introducción de Ros-Lehtinen a la resolución del Congreso del mes pasado, que insta a reconocer la legitimidad de las próximas elecciones hondureñas sin la restitución del Presidente legítimo, Mel Zelaya, como prerequisito. Además de incluir, el silencio de ayer con respecto al levantamiento selectivo del decreto de emergencia.

No obstante, Ros-Lehtinen subrayó su compromiso con la democracia hondureña y con la convicción del carácter sagrado de la Constitución de Honduras—una categorización puesta en duda recientemente con las declaraciones del Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien la ha descrito como el peor documento de este tipo en la faz de la tierra. La Representante de Florida, procedió a expresar su preocupación en la retención de algunos fondos y documentos de viaje del gobierno de Honduras por parte de los Estados Unidos, ya que solo perjudica a los ciudadanos de Honduras, aunque más tarde admitió que también perjudicaba a la guerra contra las drogas que lleva los Estados Undidos, ya que los narcotraficantes rápidamente descubrirán que un Honduras sin fondos, sería incapaz de adquirir radares.

Los compañeros Congresistas del sur de Florida de Ros Lehtinen, que la acompañaron en su viaje a Honduras, fueron Lincoln Díaz-Balart y Mario Díaz-Balart. Micheletti no pudo saber si el poster que decía “Alianza de Miami, por Honduras” que colgaba afuera del palacio presidencial fue colocado en honor de sus visitantes, aunque sí se refirió a Ros-Lehtinen como una mujer ilustre, cuya presencia en Honduras era una recompensa de Dios. Ros-Lehtinen devolvió las cordialidades diciendo que Micheletti de hecho no era de facto, y que esperaba con optimismo que la sucesión presidencial en Cuba pudiera traer un líder como él.

La Representante de Florida se abstuvo de mencionar la sucesión de Castro por su nombre, prefiriendo golpear en otra parte de la jerarquía internacional de personajes aterradores, y quejándose que tanto a Muammar Gaddafi como a Mahmoud Ahmadinejad se les había permitido asistir a la reciente Asamblea General de la ONU en Nueva York, a pesar del hecho de que el primero no había sido elegido y que el segundo había sido elegido mediante fraude. En cuanto al gobierno golpista de Honduras al que no se le permitió asistir, Ros-Lehtinen argumentó que a pesar de que Micheletti no había sido elegido, tampoco, no significaba que no había subido al poder de conformidad con la ley.

La táctica de Ros-Lehtinen, de decir nombres al azar con el fin de distraer a su público de la ilegitimidad del régimen golpista hondureño, sufrió un revés adicional, con la revelación de que Micheletti en realidad no había “revocado completamente” el decreto de emergencia, colocándolo, al parecer, en el mismo barco de los personajes atterradores a los que Ros-Lehtinen había acusado de reprimir a los medios de comunicación. De igual modo, Ros-Lehtinen acuso a la propagación de esos conceptos erróneos en CNN, que misteriosamente y de manera espontánea fue considerado un bastión de la izquierda radical por los golpista hondureños—que entonces puede alegar que incluso los bastiones de la izquierda radical pueden transmitir en Honduras.

Asegurando a Micheletti que su comunidad del sur de Florida era conciente de lo que estaba ocurriendo en Honduras, a pesar de los esfuerzos de los medios, Ros-Lehtinen subrayó que el régimen golpista no estaba en condiciones de aislamiento internacional y se comprometió a invitar a todos sus “colegas” para que visiten la nación centroamericana. Ella ofreció una lista de muestra de colegas, y que incluía a miembros del Congreso Estadounidense, alcaldes, gobernandores y gobiernos extranjeros, además de invitados individualizados como Barack Obama, Hillary Clinton, Nancy Pelosi, y al Senador de Kentucky, Mitch McConnell. En la lista no aparecía el Representante de Massachusetts, Bill Delahunt, que sí había sido falsamente incluido en la lista de acompañantes de Ros-Lehtinen en su viaje a Honduras, a pesar de su oposición al golpe. Los esfuerzos de McConell por facilitar la reciente excursión a Honduras por el Senador de Carolina del Sur, Jim DeMint, indicaba que McConell probablemente sabía ya de su invitación.

En cuanto a la invitación a Obama, Ros-Lethinen recordó a la audiencia de la conferencia de prensa, que no había ido a Honduras para condenar la política del presidente en América Latina, quien es “mi presidente”, según Ros-Lethinen, a pesar del hecho de no haber votado por él. El énfasis en la mente-abierta fue parte del esfuerzo para convencer a los hondureños de que ellos también podían adoptar un presidente por el que no votaron no fue explicado, tampoco lo fue el aparente enfoque de Micheletti en la adopción internacional más que la local, al anunciar que el corazón del régimen golpista estaba abierto, no solo para la OEA, sino para el mundo entero.

Me empecé a preguntar si Ros-Lehtinen y Micheletti recibían, quizá, comisiones de alguna agencia de viajes hondureña, ya que, Ros-Lehtinen misma, señalo que la industria del turismo estaba sufriendo, y añadio el siguiente estímulo viajero: “Si les interesa la democracia, ¡vengan a Honduras!” Agregó que sus camaradas hondureños no podrían corresponder las visitas estadounidenses, debido a que en el momento carecían de visas, provocando que Micheletti riera efusivamente; sin embargo, no se estableció si la invitación a todo el mundo también iba dirigida a Libia e Irán.

En cuanto al llamado de Ros-Lehtinen para que los observadores electorales aprovecharan las oportunidades de viajar a Honduras, la Representante de Florida destacó que el precedente para la asistencia de los votantes en condiciones difíciles ya se había visto en Iraq y Afganistán, y que la intención de Zelaya por desalentar el voto al llenar a la población con temor, será ineficaz. Mientras tanto, otra variedad de temor popular se disipaba, en cierta medida, con la revocación del decreto de emergencia.

Micheletti reveló en la sección de preguntas y respuestas de la conferencia de prensa, que el Canal 36 y Radio Globo no eran los únicos elementos de la sociedad hondureña a los que se les sometería a proceso judicial, y que los orquestadores de la expatriación de Zelaya serían castigados también, a pesar del hecho de que el Artículo 239 de la Consitución hondureña prohíbe claramente la reelección de los presidentes. La propuesta de que el único delito del régimen golpista había sido el de respetar la ley, fue planteada por Ros-Lehtinen, a quien Micheletti continuo refiriéndose como ilustre.

Esta terminolgía quedó momentáneamente en entredicho cuando un reportero preguntó cómo el partido minoritario de los Estados Unidos esperaba modificar las políticas del gobierno. Ros-Lehtinen disipó esas preocupaciones con la afirmación de que incluso las minorías eran escuchadas en sociedades democráticas como la de Estados Unidos y Honduras, una argumentación aparentemente apoyada por Micheletti, cuando declaró que permanecería en el poder hasta el 27 de enero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario