Lobo Sosa no dio declaraciones ayer al recordarse un año del golpe de Estado, sin embargo en una entrevista a la cadena Telesur dijo textualmente que el 28 de junio --día del golpe-- comenzó “un calvario para el pueblo hondureño”.
“Si yo le digo 28 de junio de 2009 qué piensa”, le preguntó la periodista Madelein García de Telesur y Lobo respondió: “Lo que puedo recordar es que ha empezado un calvario para el pueblo hondureño”.
Contrario a los sectores de ultraderecha que califican el 28 de junio como un día para celebrar la defensa de la institucionalidad, el mandatario calificó el día como el comienzo de un sufrimiento para el pueblo y ratificó que fue un golpe de Estado generando una crisis que quien la está pagando es el “pueblo que es totalmente inocente”.
Lobo confió que cuando se atrevió a expresar su convicción de que hubo golpe de Estado “se me vino el mundo encima”.
Le preguntaron si sigue considerando que hubo golpe y dijo que pudo ser “un empujoncito, o golpecito como le llamen, pero ahí hubo una ruptura” de la democracia.
Lobo también afirmó que no está de acuerdo “con lo que le pasó a Zelaya como con nadie, yo creo que nadie aquí, quizás algunas excepciones que tenemos, pudieran desear que sucediera lo que pasó”.
El mandatario reiteró que hay planes para derrocarlo a él también de parte de personas “que están soñando todavía y entonces se reúnen y empiezan a conspirar que ya lo vamos a sacar. Yo tengo la lista completa y yo lo dije públicamente”.
Afirmó que algunos son empresarios a quienes les preguntó “¿por qué no se dedican a invertir mejor, lo único que yo he exigido es que lo hagan con responsabilidad social que inviertan, que generen empleo, que traten a los trabajadores con dignidad, que les paguen lo justo”.
¿SACARAN A LOS MAGISTRADOS?
Consultado sobre qué pasará con el Ministerio Público y la Corte Suprema, cuyas autoridades fueron partícipes del golpe y la comunidad internacional exige su salida, Lobo manifestó que “ellos vienen del gobierno anterior, tanto la Corte como la Fiscalía tienen su período, tienen su vigencia y mientras el Congreso no tome la decisión contraria ahí van a estar (…) El Congreso tiene incluso una comisión investigando la actitud de la Corte Suprema de Justicia, el Congreso toma las decisiones”.
Indicó que él personalmente está en desacuerdo con decisiones del Poder Judicial y lo ha manifestado públicamente e incluso se lo ha dicho al presidente de la Corte, Jorge Rivera Avilez, pero tampoco cree conveniente sacarlos porque sería “generar más problemas y suficiente pleito hemos tenido ya”.
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El presidente Lobo Sosa reiteró que a su juicio Zelaya “no viene porque no quiere” porque ya habló con la Corte y el Ministerio Público y le dijeron que los delitos que le imputan “están enmarcados casi todos en la amnistía, o sea, no hay ningún problema”.
Recordó que seis ex funcionarios de Zelaya han entrado y están libres, “unos ya fueron incluso sobreseídos, es decir, Zelaya llega aquí y nada le va a pasar. Es más, para ponerle fin a todo este debate, yo voy allá, lo traigo, entra conmigo bajo mi responsabilidad y nadie lo va a detener y va ser escuchado en libertad”.
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