PUNTA CANA, (AFP) - El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, descartó la noche del miércoles la posibilidad de regresar a Honduras por considerar que a su llegada sería entregado a las "cortes golpistas" que no respetarían sus derechos humanos.
"Debo agradecer al presidente (Porfirio) Lobo que actuando de primera intención y de buena sabrá que no tengo problemas de transporte para ir Honduras, sino de respeto a mis derechos como ser humano y como hondureño", dijo Zelaya, vía correo electrónico, a un periodista de la AFP.
Zelaya rechazó así la propuesta de Lobo de ir a buscarlo en República Dominicana, donde permanece asilado desde el 27 de enero, para acompañarlo de regreso a Tegucigalpa, garantizando que no sería hecho prisionero.
"Es un tema que he hablado con el presidente de la Corte Suprema de Justicia y el fiscal no puede capturar a nadie", aseguró Lobo la semana pasada.
Sin embargo, Zelaya, que fue derrocado en un golpe de Estado el pasado 28 de junio, sostuvo que entregarse "al circo romano de las cortes golpistas nombradas por (el ex presidente de facto Roberto) Micheletti no representa una solución a nuestras demandas".
El mandatario depuesto sostuvo el miércoles en Punta Cana (este) una reunión con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, sobre "el plan de reconciliación para que Honduras regrese a la OEA", de la cual fue expulsada el 4 de julio de 2009.
Según Zelaya, el plan consistiría de varios puntos, destacando el "respeto de la libertad democrática, los derechos humanos y la aplicación de un sistema judicial independiente". Esto último, "sólo se puede lograr cuando se depure de golpistas el Estado y termine la impunidad y la persecución política", precisó.
Zelaya se reunió además con el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro -en Punta Cana por la cumbre de Haití- con quien abordó "asuntos de afinidad política por mi vocación pro socialista y la identificación de adversarios comunes".
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