El ex presidente Manuel Zelaya dijo este domingo que quiere crear en Honduras un "frente amplio" similar al que gobierna Uruguay desde 2005, al día siguiente de ser recibido como un héroe tras regresar al país casi dos años después de ser derrocado por un golpe de Estado.
Zelaya, quien parte este domingo a descansar unos días al campo, dijo que se pondrá a la cabeza del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), una variopinta coalición que aglutina a sus seguidores desde el golpe de junio de 2009, en que fue derrocado, pero expresó que este bloque debe ser ampliado.
"Tenemos que hacer alianzas políticas, sin perder su identidad (de cada grupo), tenemos que estar unidos en un frente amplio, un frente amplio igual que el de Uruguay", dijo Zelaya en su primera rueda de prensa luego de volver a Honduras el sábado, tras un exilio de 16 meses en República Dominicana.
El Frente Amplio uruguayo, creado en 1971, ha ganado las dos últimas elecciones presidenciales y ahora gobierna con el ex guerrillero José Mujica.
Zelaya volvió al país con su esposa y otros familiares, cargando un gran capital político con el que pretende recuperar el poder, en un país pobre que se alista para regresar a la Organización de Estados Americanos (OEA) el miércoles, paso clave para que pueda recibir créditos y ayuda del exterior.
El país fue marginado de la OEA debido al golpe.
Zelaya afirmó que sería prematuro hablar ahora de las elecciones de 2013, en las que sus seguidores pretenden llevar como candidata a su esposa, Xiomara Castro, en caso de que antes no es reformada la Constitución hondureña, que prohíbe postularse a los ex mandatarios.
"No hay que hablar en acuerdos electorales" ahora, dijo Zelaya, quien recibió a la prensa en su casa en Tegucigalpa este domingo en la tarde, luego de dormir por primera vez en su hogar luego de la madrugada del 28 de junio de 2009, cuando fue detenido allí por los militares y enviado a Costa Rica.
El ex mandatario, de 58 años, dijo que partirá este domingo a Olancho (este), donde tiene una propiedad agrícola, con el fin de descansar.
Afirmó que su retorno a Honduras "es una victoria de la resistencia y del pueblo hondureño", y dijo que "este golpe ha sido un fracaso de las derechas de América Latina".
Destacó que sin la voluntad del presidente derechista Porfirio Lobo "no habría podido hacerse este acuerdo de reconciliación", firmado entre ambos el domingo pasado en Colombia, que eliminó el último obstáculo para que Honduras sea readmitida en la OEA.
El ex mandatario abogó por una "rectificación" de la política de Estados Unidos hacia América Latina y dijo no sentir temor, aunque sí afirmó que corre peligro en Honduras.
"Yo temor no tengo, sé que hay peligro, sé que corro peligro y me he sometido a ese riesgo desde que me declaré político de izquierda", dijo Zelaya, quien habló con la prensa acompañado de su esposa y tres de sus cuatro hijos.
El ex mandatario, quien dijo que tras volver a Honduras "se me bajó el 50% del estrés", se reunió el sábado con Lobo en la Casa Presidencial, su antiguo despacho, y recibió una multitudinaria bienvenida de sus partidarios en una plaza cercana al aeropuerto de Tegucigalpa.
En el encuentro con Lobo también estuvo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y los cancilleres María Angela Holguín (Colombia) y Nicolás Maduro (Venezuela), cuyos países son garantes del acuerdo de reconciliación firmado por Lobo y Zelaya hace una semana en la ciudad colombiana de Cartagena.
El ex presidente hondureño Manuel Zelaya saluda a la multitud a su llegada a Tegucigalpa el 28 de mayo de 2011, casi dos años después de su derrocamiento y expulsión del país.
Miles de hondureños esperan el regreso del derrocado presidente Manuel Zelaya el 28 de mayo de 2011 en el aeropuerto internacional de Toncontin, en Tegicigalpa.
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